LAS VAQUITAS SON AJENAS.

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     LAS VAQUITAS SON AJENAS.

“Abigeato”, es la acción de una o más personas para sustraer vacas, caballos, ovejas u otros animales que son propiedad de una persona.

Sin temor a una equivocación, se puede sostener que este delito existe desde hace muchísimo tiempo.

Antes de la “Conquista del Desierto”, los “malones” robaban animales para trasladarlos a Chile por la cordillera. En el país vecino, cambiaban a éstos por alcohol y armas.

En nuestra zona se le denomina “cuatreros”, a los que roban ganado y al accionar “cuatrerismo”.

Los inmigrantes polacos y ucranianos vinieron desde una zona muy pobre y fría. Había pocos vacunos, algunos ovinos, caprinos y cerdos. La sociedad estaba muy apegada a la religión, con un sistema feudal y leyes muy severas. Prácticamente no existía el “cuatrerismo”.

Al llegar a América padecieron el robo de sus animales; de a poco perdieron el miedo a la religión y algunos se integraron con los criollos. Hubo “Nashi llude”, (nuestra gente), que se hicieron “cuatreros”.

El robo de ganado se fue perfeccionando. Los vacunos eran las presas predilectas, quizás por el aumento del consumo de carne en la población.
El producido de los robos era distribuido en las carnicerías de los pueblos y ciudades, pasando por el costado de cualquier control bromatológico.

La severidad de las penas no menguó los robos, los “cuatreros” se ingeniaban para sortear los controles de los dueños de los animales y de la policía con estrategias de las más variadas.
En una estancia de la provincia de Corrientes, propiedad de los ingleses, un vecino llevaba a pastar a sus vacas con cría en las inmediaciones. Los propietarios de la estancia se percataron que cada vaca del colono tenía entre tres (3) o cuatro (4) terneros. Paría uno y le agregaba dos (2) o tres (3) de la estancia. Tuvieron que prohibir el pastoreo con la excusa que una vaca podría producir un accidente vial.

En un pueblo del interior de la provincia de Misiones, dos (2) cuatreros que tenían el mismo apodo, fueron sorprendidos por la policía en un camión que transportaba ganado sin la documentación correspondiente. En su defensa adujeron que habían dejado una bolsa de sal en la carrocería del camión y los animales “subieron solos”. En el Juzgado aportaron un perito que dijo:
– “¡Por una bolsa de sal los animales son capaces de cualquier cosa, hasta subirse a un camión!”.

En un ritmo musical (zamba), de protesta, el Gran Atahualpa Yupanqui, criticó la desigualdad social y económica que afectaba a los “arrieros” en aquella época. La frase:

– “¡Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas!”. Explicaba que las penas, son personales y las vaquitas…, son ajenas.

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7 respuestas

  1. En un país con tradición ganadera como el nuestro, resulta casi inevitable recurrir a estás prácticas delictivas. Las extenciones de tierra sobre las que hay que hacer los controles, la informalidad de muchas carnicerías, lo exiguo de las multas desactualizadas, son condiciones que propician el delito. En algunos pueblos del interior los cuatreros son conocidos con nombre y apellidos.

  2. Salpicando jocosas anécdotas , el autor nos trae brevemente una realidad que no desaparece, aún hoy más, por el alto precio final de la carne vacuna.

  3. Historias con el colorido propio de nuestro escritor preferido una realidad que seguira estando presente e incluso inspira series de Netflix.

  4. Sin dudas parte de la idiosincrasia de nuestra tierra, viviendo la falta de equidad y las arbitrariedades que padecemos en general y mucho tiene que ver la justicia, que no “saben” obrar de oficio y mucho menos ser independientes de los poderes de turno para proceder con la firmeza que ameritan tantas cuestiones, y de los políticos ni hablar porque sin los que en su gran mayoría están “prendidos” en todo…

  5. Tiempos que parecen actuales. Tal vez las comunicaciones cambiaron, la tecnología avanzó, pero esas prácticas siguen estando. Tal vez por qué algo no ha cambiado en la esencia del ser humano….ser un cuatrero era símbolo de ladrón de vacas, pero no tan grave….a nadie le dan prisión perpetua por robar y carnear in situ una vaca …
    En fin, un relato simple que trata de mostrar que hay mucha gente mezclada, desde el cuatrero al carnicero, desde el que compra 1 Kg de puchero hasta el que guarda en el freezer la media res….Muy bueno para leerlo varias veces!!

  6. Hay que diferenciar dos cosas, digo esto puede leer los comentarios anteriores, el que roba para comer y el cuatrero que es un vulgar ladrón, un ratero, que se aprovecha de las circunstancias en beneficio propio, incluyendo en esto al carnicero que compra la res de dudosa procedencia. Aquí en apóstoles me tocó ir a entregar un vehículo que arreglé al barrio la cantera, cuál fue mi sorpresa al ver al juez de turno comprando con “libreta”🤯🤯🤦🏻‍♂️🤦🏻‍♂️🤦🏻‍♂️ en la carnicería del cliente. Y el personaje este, el juez, con todo el descaro del mundo.

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