BEE GEES.

UNA NOCHE LARGA.

 Peinki Peña era entrerriano, de Paraná, trabajaba en la fábrica de tractores Fiat de Sauce Viejo.

 Desde el domingo por la noche hasta el viernes de tardecita se alojaba en una pensión de la ciudad de Santa Fe, para abordar el colectivo que trasladaba al personal a la fábrica a las 04,30 de la madrugada, en la esquina del Club República del Oeste.

 A la ida en el bondi nadie hablaba, automáticamente dormían luego de ascender hasta llegar a destino, para empezar a trabajar a las 06,00 AM.

 Era un tipo muy sociable y rápidamente entablo relaciones con el resto de las personas que vivían en la pensión; especialmente con dos estudiantes universitarios, el Vasco Arismendi y el Turco Bayram.

 Peña solía jugar al Básquet en el Club Sirio Libanés, invitaba a sus amigos para que lo acompañen y luego disfrutar de la cena.

 Les contaba en las charlas, mi vieja me decía:

¿Por qué no estudias Peinki?

-¡No le hice caso, me arrepiento!

-¡Cualquier día me echan de la fábrica y voy a tener que laburar de tornero en un taller!.

-¡Hacen bien ustedes, hay que estudiar para ser alguien!.

 En el cine Roma sobre la calle San Jerónimo daban la película “Melody” con los Bee Gees.

 En pleno invierno les dijo a sus amigos:

-¡Vamos al cine, yo les invito!

 El Vasco y el Turco tenían una “púa” más gastada que la del tocadiscos, aceptaron agradecidos.

 Disfrutaron de la película argumentada en amores adolescentes, de la música rock-pop de los artistas ingleses; y pese al frío regresaron “pateando tachos” como diría Facundo Cabral, por las angostas veredas de la calle San Martín.

 El entrerriano cantaba:

-¡Bella Melody, recuerda que eres joven solo una Vez!.

 Hacía muchísimo frío y Peinki les dice a los vagos:

-¡Vamos a comer una picada y tomar lisos donde mejor lo tiran en Santa Fe!

-¡Sabes que no tenemos un mango le respondieron!

-¡La noche recién comienza yo tengo les dice!

 Se tomaron como quince (15) lisos con la picada doble y enfrentaron el frío de la calle como si nada rumbo a la pensión.

 Al llegar al Pasaje Bustamante observan unas luces rojas frente a un boliche.

 Era un Night club con habilitación municipal.

 Hoy el dueño estaría siendo investigado por un Fiscal Federal por el delito de “trata de personas”

-¡Entremos a mirar un ratito y vamos! expresa Peinki.

 Ingresan los tres y aparecen tres bellas chicas, que al mejor estilo de la Zona Alta dicen:

-¡Hola mi rey!

-¡Qué lindo que viniste!

Peinki se transformó y empezó a mimarse con una de ellas.

¿Vamos sentarnos agrego la otra?

 Se sentaron los seis e inmediatamente se acerca el mozo interrogando:

¿Qué van a tomar? Ante la atenta mirada de tipos vestidos con trajes negros, de seguridad.

 Al unísono las tres respondieron

-¡Champán!

 A los tres minutos regresa con tres botellas e inmediatamente destapa una.

 Ante la imprudencia de Peinki que ni siquiera advirtió la escena, el Vasco coloca su mano cuando el servidor iba a destapar la segunda botella.

-¡Pará! ¿cuánto sale cada una?

-¡Seis mil le dice!

-¡Espera un poquito! Dice el Vasco y le toca a Peinki.

 Le comenta la situación y Peña medio sorprendido dice:

-¡Pensé que íbamos a tomar una botella no tres!

Los “hombres de negro” cruzan miradas amenazantes y el turco empieza a traspirar a sabiendas que no tenían dinero.

 Peinki le dice al mesero:

-¡Vamos a tomar una botella por ahora!

La respuesta fue -¡Sí, pero hay que pagarla!

Ante la probabilidad de que los tres parroquianos salgan disparados del local, “los hombres de negro” rodean la mesa, en lo que sería un vulgar “apriete”.

 Peinki tenía la mitad del costo de la bebida espirituosa;

Le pide al Turco que vaya hasta la pensión a buscar el resto y dice:

-¡Nosotros nos quedamos! Para tranquilizar a la gente de seguridad.

 Le dice en voz baja al Vasco:

.¡Haceme la pierna que Noelia está conmigo!

Noelia era el nombre de fantasía; la otra al ver que el Vasco estaba seco, se aleja con la excusa:

.¡Después nos vemos amor!

 Bayram regresó con el dinero, mientras Peña seguía bailando “lentos” con Noelia.

 Los estudiantes se aprontan para irse y le hacen saber a su amigo.

-¡Quédate Vasco, aguántame porque está enloquecida conmigo!

 Al regresar a la mesa, el Vasco le dice:

-¡Loco vamos o terminamos mal la noche!

Extrañamente el hombre de Paraná le dice:

.¡Me cito para la tres de la mañana en la estación de Servicio en la curva de Roces, dice que aquí no puede salir con ningún cliente, acompáñame!

 Noelia tenía un Renault 12, lo que hoy sería un auto de alta gama, quedó en buscarle a las tres.

 Cada vez hacía más frío, esperaron y se tomaron el bondi con destino al lugar de la cita de amor.

 En la curva de Roces caminaban para combatir la escarcha que empezaba a caer, esperando la llegada de Noelia y su Renault 12.

 -¡No creo que venga! Dice el Vasco.

.¡Me dijo que sí o sí quería estar conmigo!

 -¡Hoy no voy a la fábrica!

 Como la canción de Sabina, se hizo las tres, las cuatro y las cinco, Noelia no vino.

-¡Te dije le comenta Arismendi!

.¡Me prometió que lo haría dice Peña!

 El entrerriano replica:

-¡Vamos al boliche, allá la veo!

 Nuevamente el colectivo de la madrugada y llegan cuando el local estaba cerrando.

 Peinki observa el auto y la sigue. Ella estaba acompañada por un caballero.

 El saluda levantando las manos y Noelia hace como que no lo ve, o que no lo conoce.

 Los amigos se fueron caminando en silencio en medio del frío cercano al amanecer.

 La noche se hizo larga y esta más por qué fue con derrota.

Ramón Claudio Chávez.

Ideas del Norte.com.ar

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6 thoughts on “UNA NOCHE LARGA.

  1. El escenario, con un toque de melancolía, abre a recuerdos íntimos en donde ocurrieron episodios de nuestra juventud ya lejana. Muy bueno, querido amigo.

  2. Muy buena mezcla de tiempos diferentes. De todo aquello aún vive el liso, aunque muchos piensan que es lo mismo que la cerveza tirada. Pero no. El liso se refiere al vaso. Y a la cerveza sin fermentar. Y algún que otro viejo R12. rueda por las calles. Ese lugar muy conocido por ese entonces. Hoy desaparecido. Pero queda un nieto y la esposa, del dueño, una hermosa mujer que trabajaba en el local. Tienen una joyería sobre Aristóbulo. Cuántas historias conocerá ella, pero estoy segura que ninguna redactada tan bien, como esta . Me encantó! Abrazo y a seguir cuidandonos.

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