FLORES EN FLORENCIO VARELA.


FLORES EN FLORENCIO VARELA.
Las relaciones de las parejas tienen matices y particularidades relacionadas con la personalidad, la esencia o, quizás, las costumbres y creencias de cada uno.
La Raela decía que nosotros nos conocíamos con solo mirarnos. Lo que es un aliciente para la relación o también, a la larga, un problema.
Las miradas, muchas veces, transmiten afecto, complicidad, ternura; pero también silencios.
Para que no fuera rutinario nuestro amor, decidimos no vernos todos los días; y, al encontrarnos, no indagar sobre todo lo que hicimos al estar solos. Un acuerdo que tenía como fin fortalecer la relación.
Coincidió, casualmente, que en el mes de diciembre iríamos, ambos, a la provincia de Buenos Aires; ella, a unas olimpíadas deportivas de Auxiliares Contables; y, yo, a un curso de capacitación del Banco. Lo mío era en Quilmes y lo de Raela en Florencio Varela. No tenía nada que ver una cosa con la otra; incluso viajamos días diferentes.
La delegación de los auxiliares partió, en un Singer, desde Posadas. Eran un total de cuarenta, entre varones y mujeres. Las chicas jugaban al vóley y los varones fútbol. La organización, a cargo del evento, consiguió albergues para el alojamiento. Pero Raela, decidió quedarse en casa de una prima que vivía en concubinato con un muchacho de la zona sur de Buenos Aires. Para no estar tan lejos de allí, alquile una modesta pensión a unos 100 metros. Entonces, me tomaba el 324; y, en un rato, estaba en el lugar del curso. Por la tarde, tenía tiempo para ver los juegos que se desarrollaban en el Polideportivo Municipal, La Patriada, y, de paso, estar con Raela durante la noche.
Salto de página
Los juegos se llevarían a cabo viernes, sábado y domingo. Fui el viernes a mirar el partido de vóley protagonizado por las mujeres del grupo. En esta oportunidad tenían rival al equipo de La Pampa. Había mucho público y, como siempre, la Raela era el centro de las miradas. Quizás por su revés o escultural figura. Nadie sabía quién era yo. Tuve que escuchar comentarios, de los más variados, expresados por una barra de muchachos de Varela.
Al terminar el partido, Raela, vino a saludarme con un beso suave.
_ ¡Vamos a hacer el “tercer tiempo” con los chicos!_ dijo
_ ¡Me voy a la pensión, nos vemos más tarde!_ respondí
Esa noche no vino. Permanecí despierto un largo tiempo hasta que finalmente me venció el sueño.
El sábado decidí comprar flores para llevárselas al polideportivo. La gente me miraba como bicho raro.
_ ¿A éste qué le picó, vendrá a levantar una minita?_ decían
Salto de página
En esta oportunidad jugaban con chicas de Córdoba. Éstas eran altas y dominaban la pelota con maestría. El equipo de Raela hizo un gran partido pero no pudieron vencer.
Ese sábado había más gente atraída por el imán de mi pareja. Me comí, de nuevo, los comentarios de todos los colores.
A pesar de la derrota, las mujeres debían permanecer en el lugar ya que, el domingo, los varones jugaban al fútbol.
Me acerqué al lugar donde estaban los integrantes de la delegación con la intención de conversar, aunque sea un ratito, con ella; y, por supuesto, entregarle las flores que traje. Hizo una seña para que la esperara. Estaban todos juntos cantando y saltando.
El presidente de la delegación era el contador Adolfo Nicasio Ibáñez. Un tipo rápido para dibujar los números y también para los negocios. Ante tanto bullicio la Raela pide la palabra y, dirigiéndose a Ibáñez, dice:
_ ¡Contador no olvide lo que prometió!
– ¡Si, Raela. Esta noche fiesta, descontrol y 25 % de corrupción!_ respondió el contador.
Explotaron aplausos, gritos de algarabía y abrazos entre todos.
No entendí qué quiso decir con 25 % de corrupción. Mejor dicho, entendí; pero no sabía a ciencia cierta a qué, exactamente, se refería.
– ¡Yo no estaba invitado a la fiesta.!
Al momento de irse; ella, saliendo momentáneamente del grupo, me pregunta por las flores.
Salto de página
_ ¡Las traje para vos!_ dije,
_ ¡No me la des, ahora. Paso más tarde por la pensión!_ respondió
Se unió al grupo, visiblemente alegre. Quedé mirando a la nada.
La prima de Raela vivía en la entrada de una villa de ese conurbano bonaerense, su vivienda estaba en el acceso, tenía rejas negras.
Yo paraba a 100 metros de allí, separado por una calle de tierra, sin cordones, y una cuneta con aguas servidas.
Vino a buscar las flores, tenía prisa, me regalo un” beso pálido”
_ ¡Me voy a bañar! Iremos a un club para la fiesta!_ dijo
_ ¡No regreses sola! No conoces el lugar y puede ser peligroso; más para una mina linda como vos!_ comenté
– ¡Gracias Negro!_ respondió
Pasaron cuarenta y cinco minutos, vino con una malla enteriza negra, cavada, envuelta en una toalla roja, el cabello mojado. Estaba preciosa.
La miré con pasión. Me abrazó y dio un beso largo, intenso.
_ ¡Me voy! Se hace tarde!_ exclamó:
_ ¿Qué va ser de nosotros? _
_ ¡No sé! _
Cuando se marchó, pensé en el significado de las miradas, sobre todo, en los silencios.
A las cinco y cuarenta y cinco de la mañana sonó el despertador.
Era hora de levantarme y prepararme para ir a trabajar al Banco.
Sentado al volante del Renault 9 reaccioné; entendí que todo había sido un sueño nomás.
¡Pero qué sueño complicado!
Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar
Sueños que parecen reales!! Cuantas veces soñamos así.. sueños lindos y también pesadillas.. sueños que no queremos despertar…
Ufff… menos mal que fue un sueño nomás. En realidad, cuasi una pesadilla.
Ya me lo imaginaba al negro con la cabecita adornada 🦌
El amor es un torrente de emociones que fluye con altibajos, a veces sube a veces baja, y por ahí, se enfría demasiado…cuando un ” beso pálido” es la antesala del adiós o ” del tomarnos un tiempo” por lo inexplicable es una verdadera pesadilla. A usted Doc. Lo salvó el despertarse otros no lo pudieron hacer.
Ahh,esos sueños coordinado, consecuente, eróticos…
Que susto me di mientras leía! Pensé: último relato con la Raela….pero al final …que alivio: solo un sueño. Lograste mantenerme alerta toda la lectura. No me cerraba el lugar y la pensión….pero bue! Me lo creí. 😋😋..Ya no sé si SOS un artesano o un genio del relata. Abrazo!!
Un muy buen relato con final feliz.
Que sueño de mierda Claudio! Pensé que se había terminado todo con la Raela🤦🏻♂️.
Bueno que la próxima vez te acepte las flores de una.