LAS TRAVESURAS DE PERUCO.

PERSONAJES
BARBERÍA ANTIGUA-ESTA IMAGEN PUEDE ESTAR SUJETA A DERECHO DE AUTOR-
CLUB CHANTA CUATRO-ESTA IMAGEN PUEDE ESTAR SUJETA A DERECHOS DE AUTOR-

LAS TRAVESURAS DE PERUCO.

    Los pueblos y ciudades pequeñas, tuvieron, tienen y tendrán personajes populares. Algunos más conocidos que otros, pero personajes al fin. En la ciudad del norte entrerriano, La Paz, había varios. Nos detendremos en uno; Peruco Cosentino.

 Peruco era peluquero y vivía en la calle 3 de Febrero y Sarmiento. Ejercía la profesión como si fuera un pasatiempo y, lógicamente, conocía casi todos los chismes de la ciudad. Dueño de un humor ácido y bastante bolacero. Gustaba juntarse con los jóvenes, del Colegio Nacional y Comercial, para disfrutar de lo que él con ironía denominaba, travesuras.

 Pareciera que necesitara público para alardear de hechos difíciles de ser tomados como reales o propios de la fantasía del que los contaba. Se jactaba ser amigo de Gasparín, el famoso acordeonista que animaba los bailes en el Club Comercio los 31 de diciembre o 24 de enero ¡Hasta llegó a decir que fue  quien lo trajo por primera vez a actuar a La Paz!

– ¡A Gasparín y su conjunto lo inventé yo!- decía sin ponerse colorado. Ni “el flaco Baldassini” ni “Ramón Carmelo Vargas” le creían.

– ¡Averigüen, yo vine con él desde Paraná!- insistía.

 Gasparín, popular músico, lograba llenar el club y la gente que no tenía guita para la entrada lo iba a escuchar en la calle al lado de donde estaba la cancha de fútbol.

 Algunas tardes aparecían en la peluquería;  Eduardo Ozuna, Pancho Bilbao, Héctor Frette, después que salía del mercado o el Ruso Domínguez que reresaba de jugar al fútbol. Cercano a la barbería poseía un espejo de gran tamaño y viejos asientos de peluqueros con cabezal, no sabemos para qué, pero tenían.

 Los vagos que pasaban por el lugar sabían que los postigos de la puerta de acceso no tenían vidrios y que Peruco, haciéndose el desentendido, tiraba por allí agua y jabón que contenía en una palangana.

Una mañana se mandó esa joda y enchastró a una vecina que iba presurosa al almacén.

– ¡Doña Julia discúlpeme, no pensé que justo cuando tiraba el agua a la vereda iba a cruzar usted!

 La mujer no le dijo nada ante la broma de mal gusto. Él contaba con alegría la anécdota.

    Les decía a sus interlocutores que había dejado de ir al Club de bochas “Chanta Cuatro” porque nadie le ganaba, ni a las bochas o al ludo. El viejo de Ester Careaga, que solía andar por la cantina sabía que era “puro cuento”. Conociéndolo, los vecinos del barrio, lo saludaban, pero descreían de sus historias. Los jóvenes lo tomaban para la joda, pero Cosentino no se achicaba.

-¿Ustedes saben quién era el mejor bailarín de La Paz?-

-¿Quién?-

– ¡Yo! –

-Deja de hablar al pedo le contestaban.

– ¡Esa música que bailan ustedes ahora, la baila cualquiera, “paso doble” y “tangos” como yo lo hacía, nadie!-

– ¡No me creen, pregúntenle a la “señorita Trull” o a la profesora de música, esa que el “flaco Pezzone” le puso una tabla en el piano!-

– ¡Peruco ellas no van a los bailes!-

– ¡Podrán no ir, pero el chisme seguro lo escucharon!-

 La falta de símbolos de identidad conduce a la exageración del “yo”. Las personas que alardean suelen necesitar cubrir sus propios vacíos de identidad.

 La vanidad es una religión que necesita una legión de fieles; esas personas se asemejan a los “pavos reales”; tratan de no pasar desapercibidos, independientemente de sus logros, si es necesario, no escatiman recurrir a exagerar e incluso mentir.

 Psicólogos de la Universidad de Texas estudiando el tema. Realizaron un interesante ensayo pidiendo a los participantes que mencionaran una actividad o tema en el que se sintieran competentes y que indicaran cuantos años se habían dedicado a ello. Luego solicitaron que escriban sobre esa área y decidieran cuantas personas debían leer lo que habían escrito. Lo sorprendente fue que, cuanto menos experiencia y dominio tenían sobre el tema, más amplio querían que fuese su público. Al contrario, los más experimentados se mostraron más autocríticos y modestos.

 Hay muchos “pavos reales” en el mundo actual. No podemos afirmar categóricamente que Peruco fuera uno de estos seres propensos a la exageración. Lo consideraban un hombre de pueblo que vivía modestamente sin tener en cuenta que la apariencia, como cáscara vacía, tarde o temprano se  caería. Esa vanidad que exhibía, tal vez cubría otras carencias.

 Quizás, Peruco, quería sentirse fuerte frente a los jóvenes para ocultar otra faceta de la vida o de la misma soledad.

 Ramón Claudio Chávez.

www.ideasdelnorte.com.ar

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7 respuestas

  1. Cuántos de estos personajes hay en cada pueblo! Al taller suele ir uno que no daré si nombre porque aún está vivo, es un militar jubilado muy amable y hablador, un día me contó mientras arreglaba su auto algunas de sus peripecias; la cuestión es que si hubiera sumado todos los años que dijo trabajar en cada lugar tendría más años que Matusalén! 😂

  2. Si, creo que a lo largo de nuestra vida siempre nos encontramos con este tipo de individuos, fanfarrones o fanfas. Siempre necesitan auditorio – en el caso del peluquero el tenía orejas para hacer dulce- probablemente hay una cuestión sicológica que explique está magnificencia del yo. La vanidad es buena y sirve para motorizarnos hasta cierto punto pero a partir de allí podría volverse patológica

  3. Amor propio exagerado o patológico provoca eso de “creerse demasiado”?.Una característica muy humana descripta con propiedad por la fina pluma del doc.

  4. En ciudades y pueblos chicos y también en las colonias, obrajes, estancias y otros parajes se encuentran esos ‘personajes’ a veces resultan molestos o indeseables, pero cuando fallecen o se van se los extraña rafael

  5. Pensaba en todos los personajes ( o personas ) que a lo largo de nuestra existencia conocemos .seres humanos que están convencidos de sus historias contadas con tanto cariño son tan reales como ellos lo ven . Y quiénes somos nosotros para contradecir sus creencias o visiones .O es que creemos que solo lo que hacemos es verdadero o la realidad. Con todo mi Amor a todos ,LUPIN.

  6. Si lo conocí .yo hera muy joven y solia pasar por esa calle 3 de febrero.que tenia una ventana donde se lo solia ver cortando el cabello a sus clientes. Pero fue muy conocidos por su apodo.. hacia mencion al puente tan conocido de la picada llegando a parana

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