DESTINO VARSOVIA.
Lódz es una ciudad ubicada en el centro de Polonia, era un antiguo centro de la industria textil. Está considerada como la tercera del país. La ciudad es conocida internacionalmente por su Escuela Nacional de Cine, cuna de actores y directores famosos, como Andrzej Wajda y Roman Polanski, en esa línea de ciudades creativas fue reconocida por la Unesco como la Ciudad de la Película.
No todo ha sido allí “Luz y acción”, en 1940 el Régimen Nazi instaló el “Gueto de Lódz” para depositar en el lugar a los judíos y gitanos.
En Lódz nació Irenka Natia Kaczmarek en una familia conservadora de clase media, es la menor de cuatro hermanos y se destaca por su belleza física.
Irenka se disponía a estudiar una carrera universitaria, aunque no tenía decidido cuál, es amante del “rock urbano”, y en un salón “under” conoció al músico Nikolai Aleksander Majewski, con quién pego onda e inició una relación amorosa.
Luego de un tiempo de noviazgo les comentó a sus padres porque no quería mantener una relación clandestina. Invito a Nikolai a su casa para que su familia lo conociera.
El padre, más que la madre, no estuvo de acuerdo con la decisión de la joven y se lo hizo saber:
– ¡Es músico, bohemio, difícilmente termine una carrera!
¿Qué tiene de malo eso? – contesto la hija.
– ¡Es muy difícil vivir de la música, vas a tener que trabajar vos! –
– ¡Actualmente en todas las parejas ambos trabajan! -insistió ella.
Llegaron a un acuerdo corto para que siguiera su romance, con la condición de que ella no dejara de estudiar.
Comenzó la carrera de “Diseño Gráfico”, era muy creativa y tenía condiciones para proyectar y dibujar.
La banda de su novio actuaba los fines de semana en la ciudad, o en algunos lugares cercanos; y ella siempre los acompañaba.
Con la ilusión de los jóvenes trataban de diseñar el futuro, ella en la universidad y él en la música. Los tiempos libres lo compartían con amigos o viajes a Cracovia o a Varsovia.
Natia tenía buena relación con sus hermanos, que estaban al tanto de la relación y le aconsejaban que no abandonara el estudio. La ciudad ha crecido mucho y seguramente encontrarás lugares[RCC1] para ejercer la profesión.
Irenka reflexionaba con ellos sobre su amor hacía Nokolai, sostenía que era recíproco, pero tenía en claro que las cosas pueden cambiar.
Una noche mientras él la acompañaba a su casa, decidió abordar el tema con cierto aire de superación, de que los dos eran muy jóvenes, tenían la vida por delante, y que el mañana podría encontrarlos juntos o separados.
– ¿Si está todo bien, porque querés sembrar dudas sobre el futuro?
– ¡Disfrutemos este amor presente que la vida nos regala! Le dijo él.
Como Aleksander en ningún momento de la charla, le dijo que la quería, ella intento probarlo y como un cachetazo se lo dijo para que pareciera normal.
Con un aire de romanticismo le respondió:
– ¡Amor vos sos muy linda, pero yo no solo estoy enamorado de tu belleza física, también de tu belleza interior! –
Le abrazaron mutuamente y se besaron apasionadamente.
De pronto ocurrió lo inesperado, la banda del músico se disolvió por problemas de egos, como suele ocurrir en muchos grupos; y cada uno decidió buscan su camino individualmente, ya sea en otra banda o haciendo música como solista.
El nuevo estado de cosas incidió en la relación de los novios, empezaron a encontrarse menos, porque él necesitaba hallar una salida en el arte y ella no podía abandonar los horarios de clase y preparación de las materias de la facultad.
Ante tal incertidumbre, su padre le recordó las palabras del día en que ella los presentó a su novio.
– ¡Es pasajero, él está viajando tratando de encontrar otra banda o empezar algo como solista! –
¿No te olvides que además de tocar la guitarra, también hace música con el saxo?
La búsqueda no fue sencilla, finalmente unos amigos de Varsovia le invitaron a tocar en forma esporádica. Tomo la decisión de partir.
Hablaron sinceramente entre los novios, ella temía que la distancia los terminara separándolos definitivamente, y el pensaba que podrían frecuentarse en viajes ocasionales.
Irenka, muy sensible, entendió que había que darle tiempo al tiempo, el sostenía que el amor que se dispensaban no debería perderse por su cambio de residencia.
Las noches eran los horarios de charla, a veces muy tarde porque los músicos viven de noche. El le trasmitía las novedades, hablaban de sus días, de sus cosas, de los deseos de encontrarse.
Nikolai necesitaba dinero para vivir en la capital, además de tocar en la banca, tocaba el saxo en la calle, en la zona de los bares. Música a la gorra como todos conocemos. Tenía para mantenerse, pero sabía que debía aumentar sus ingresos.
Después de 8 meses de su partida de Lódz, la comunicación diaria se cortó abruptamente. Irenka le llamaba al celular y le contestaba otra persona:
– ¡Este teléfono no es de Majewski! –
Pasaron 20 días sin ninguna comunicación, y la joven decidió ir a la capital para resolver la relación para un lado o hacía el otro.
Se comunicó con su amiga Katarzyna que vivía en Varsovia y conocía a su novio. Le dijo en qué fecha viajaría, pidiéndole trate de ubicarlo en las noches tocando el saxo.
Abordó el tren que separa los 120 kilómetros de su ciudad con Varsovia con mucha angustia, en el viaje se la observa mirando con nostalgia lejos, no sabía como iba terminar su viaje, si se iba a reencontrar con Nikolai o era el principio del fin.
Vestida con la elegancia que la caracteriza recorrió nerviosa los dos kilómetros del túnel por el que se arriba a la terminal. Tomó su valija y descendió para ubicar a su amiga.
En el anden número tres la esperaba Nikolai Majewski, con los ojos vidriosos y una sonrisa enorme. Corrió hacia él y se confundieron en un abrazo eterno, tan eterno que todos los pasajeros del tren que vinieron con ella ya se habían retirado de la estación de Varsovia.
Ramón Claudio Chávez.
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6 respuestas
Muy lindo relato,ese encuentro en el peron (anden en Polaco), remato mi especulacion negativa.Las Lindas siempre tienen suerte.Un lindo tiempo vivido en Polonia se agita en mi memoria.Gracias Claudio.
Bueno! Un final inesperado! Me sorprendiste Claudio! Muy bueno!
El amor, la juventud, tantas historias y a la vez una sola. En este caso el autor redime con un final feliz, los legítimos sueños de dos chicos que pese a los pronósticos y a las advertencias de la experiencia, apostaron al amor.
Tus relatos abarcan temas de un extremo a otro. Esta vez, el combustible del mundo: el amor. Muy lindo! Y un final sorpresivamente inesperado. Genial!
Cómo siempre te digo: nunca dejes de escribir!! abrazo enorme 🤗
No entendí mucho el final. Pero estimo que debe ser consecuencia de la siguiente circunstancia: domingo,3 de la tarde, Latitud 33 malbec.
Con desesperación necesitamos finales felices. Una clásica historia de encuentro amoroso con buen e inesperado final.