LA GENERACIÓN Z.

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LA GENERACIÓN Z.

El pensamiento humano no ha escatimado esfuerzos para definir los cambios que se producen en el mundo, llamándolos de las maneras más extrañas. Esta idea parte desde las razones sociales, políticas, etarias, como materias innovadoras.

Las personas mayores, por lo general, suelen afirmar:

– ¡Nuestro tiempo pasado fue mejor!

El apotegma puede ser real, pero es un tanto sesgado; porque generalmente solo recordamos los tiempos felices, o es lo que tratamos de reflejar.

La modernidad hecha por tierra el concepto de la familia tradicional, no en los aspectos morales, sino en el eje sobre la que se desenvolvía:

– ¡Hay que escuchar a los padres!

Los dirigentes les hablaban a los jóvenes diciéndoles que ellos eran el futuro del país, hoy en día la tecnología destruyo todas esas barreras, y ello saben que tienen su propio espacio.Cuando apareció la generación beat, los adultos sostenían que esas nuevas ideas estaban destinadas al fracaso:

– ¡Ahora los chicos quieren saber más que los grandes!

Aparecieron los “Hippies” embanderando los lemas del amor y de la paz, después de las tragedias de Corea y Vietnam; y más tarde los “Yuppies” en una posición diferente a los seguidores de Los Beatles.

Entre la “guerra fría” y la caída de “Muro de Berlín” la sociedad creyó que era el momento de la paz en el mundo, no fue así. Cuando se está enfrente de algo nuevo no se lo puede explicar o describir.

Para la sociología, la teoría sobre los sistemas sociales en el tiempo, se sustenta en la observación de la realidad con una base en la diferencia entre el pasado y futuro.

Como dato distintivo de los períodos de cambio, nos cruzamos con la juventud, aunque no sea ella, quién adopte las decisiones de fondo, pero si en los nuevos modelos.Las nuevas tecnologías sumaron un factor importantísimo en los nuevos paradigmas, las comunicaciones cambiaron radicalmente, y la vida de las personas también.

 Las etapas y los moldes se miden en los años que ocurren y en las fechas de nacimiento de los chicos que serán los responsables de estas transformaciones.

Se dice que los que nacieron entre los años 1980 a 1995 pertenecen a la denominada “Generación Millinnial”, conocieron los teléfonos digitales, tabletas, en su infancia tardía, lo que no les excluyo de los cambios.

A cuantos padres hemos escuchado decir:

– ¡Los chicos de ahora, no estudian como nosotros, van a la computadora, “copian y pegan”; no tienen idea de lo que hacen!

Pese a ello, los jóvenes de esta generación en su gran mayoría, conviven en parejas no convencionales o siguen viviendo en la casa de sus padres.

A partir de 1996 nacieron los niños de la denominada “Generación Z, también denominados nativos digitales, nunca vivieron sin internet, siempre expuestos a la tecnología, los dispositivos móviles y las redes sociales.

No es extraño observar a un niño de muy corta edad utilizando un celular sin que nadie le haya enseñado. Esos jóvenes tienen hoy entre 18 y 27 años y viven de un modo totalmente distinto al que lo hacían sus padres o sus abuelos. Sus eventos son experienciales, algo que enseñe más allá de la emoción directa.

Anteriormente las personas mejor conceptuadas en el trabajo, eran aquellas que permanecían mucho tiempo en una misma compañía. Esta generación busca otra cosa, una cultura que abarque diversidad, inclusión y equidad; no se atan a un esquema donde el éxito de la empresa se basaba en el concepto universidad que le imprimía el jefe. No se comprometen con cánones preestablecidos en el trabajo y también en la ideología política, de la que en cierta medida descreen.

La generación Z alcanza el 24 % de la población mundial, no necesitan que le digan:

– ¡El futuro es de ustedes!

Han aprendido que con una computadora pueden trabajar desde cualquier lugar, sin necesidad de asistir a cumplir en un lugar determinado un horario prestablecido. La jornada laboral no es de 8 horas, sino el tiempo necesario que te demande el cumplimiento de tus metas.

Creemos que los cambios son inevitables, cada vez personas más jóvenes están al frente de compañías exitosas.

Campañas publicitarias suelen exhibir la reunión familiar del domingo, donde todos los comensales están en la mesa del almuerzo, con sus celulares encendidos interactuando con otras personas, ante el malestar de los mayores, siempre predispuestos a que esos momentos sean de acercamiento y afecto; y no una reunión de mudos.

En una parte opinábamos que los cambios se producían en el medio o luego de los conflictos bélicos. No creemos que los jóvenes de la generación Z se desentiendan de los conceptos del afecto, del respeto al otro y el agradecimiento a la educación que recibieron en sus hogares.

Reprochar se puede reprochar, pero los jóvenes no son los únicos culpables de un mundo violento, que es responsabilidad de todos, con un poco de desesperanza no dejemos de soñar en un mundo de:

– ¡Amor y Paz!

Ramón Claudio Chávez.

www.ideasdelnorte.com.ar

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6 respuestas

  1. Todo a cambiado y seguirá cambiando…ya muy poco se ve el tema afecto …cariño…amor…amistad física… sociabilidad compartida en clubes…en los colegios …etc etc …hoy todo one light…se hacen amistades a través de las redes …se conocen por fotos…ahí pocos encuentros físicos …es verdad los encuentros familiares de los findes ya casi no se hablan ..y para nosotros eso es una falta …ya parecen un robot sentado en la mesa…pero bueno esto es el crecimiento tecnológico …es lo que maneja el mundo …nos adaptamos o nos quedamos solitos ..ja ja ja ja…

  2. Todo cambia, y nada es para siempre, llegará el día que toda esa tecnología será obsoleta y entonces sentados nos miraremos y descubriremos nuevamente que somos humanos. Ese será el momento de evaluar y decidir cuál es el camino correcto, ser lo que somos o lo que tenemos.

  3. Como siempre Claudio que linda y locuaz forma de abordar un tema q da tanta tela para cortar y en algun momemto q bueno seria desde tu pluma y perspectiva una opinion sobre nuestra tan especial generacion que ya va desapareciendo la q fue un puente entre el viaje a la luna y Marte la de la maquina de escribir y las computadoras , de los telefonos analogicos y los celulares la del diario papel y el digital la de los televisores blanco y negro y los Hd y cuantas cosas mas , alguna vez seremos reconocidos como ese puente generacional ….

  4. Cómo lo señala el autor los paradigmas cambian cada vez más rápido, eso logra que finalmente convivan tres generaciones o más con distintas historias, valores y escenarios. Para las primeras – entre las que me incluyo- pese a la solides de sus convicciones, los nuevos tiempos significan, imprevisibilidad, precariedad, y un permanente desarmarse del mundo tal como lo conocimos. Para las últimas generaciones, los cambios son la sustancia básica de la nueva sociedad, y ellos ya vienen con un chip incorporado para estar a la altura de las nuevas tecnologías. Ahora, ellos son menos rígidos, menos hipócritas, descreen de mucho e interpelan todo, curiosamente cómo fuimos nosotros durante los sesenta o setenta. Todo cambia, menos el ser humano.

  5. Un relato para pensar. Reflexionar. Y no es fácil de consensuar opiniones. El ser humano se adapta, aunque su estructura fisica no cambie, su mente tiene la capacidad de adaptarse a todos los cambios. Y su corazón asume la difícil tarea de generar sentimientos adaptados a esas nuevas ideas. Los afectos están allí, tal vez las formas de expresarlos sean diferentes, y como decía Soda Estereo, Cuando pase el temblor, cada cambio de la mente , es un temblor para el corazón. Cada adelanto tecnológico, cada época, es un temblor para los afectos. Se adaptan las nuevas amistades, las nuevas familias…pero los sentimientos están allí…a pesar del temblor…y a su manera los jóvenes agradecen, aman y hasta reprochan …y los reproches son solamente porque sueñan con un mundo mejor. Bellísimas las palabras que has puesto en este relato. Genial! Un abrazo.

  6. Excelente síntesis de una realidad que nos pasó encima a los que ya no nos quedan canas que peinar. Seguimos apostando a una evolución espiritual que nos llega a cuentagotas. Mientras tanto, nos seguimos matando con toda dedicación, en un frenesí de violencia que es planetario.

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