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PREGUNTAME LO QUE QUIERAS. –
El avance de la tecnología es imparable, en todos los sentidos, pese a las cuestiones nostálgicas que esgrimimos respecto a que nos aleja de los contactos personales.
La televisión es uno de ellos, su aparición y presencia en los hogares constituyo el comienzo del fin del cine tradicional. En la Argentina, los canales de aire, hacían sus transmisiones a una distancia reducida que podían recibir las antenas que se colocaban. En el interior, la programación era observada dos semanas después porqué era la única forma de reproducción.
Los televidentes miraban los noticieros en blanco y negro 14 días después de acontecidos; o sea, una noticia vieja. En el año 1969 el noticiero de canal 13, Telenoche, conducido por Mónica Mihanovich y Andrés Percivale, mediante un cable coaxil era observado en directo en la ciudad de Santa Fe. El programa gozaba de gran popularidad, por el formato y los conductores. Mónica tenía mucho carisma y Andrés se mostraba siempre sonriente, había sido “corresponsal de guerra” en Vietnam.La gente a las ocho de la noche apreciaba sorprendida, de que los que se estaba exhibiendo era en tiempo real.
Canal 13 de Santa Fe recibía las imágenes y las reproducía; el área de influencia poseía mayor nitidez en horarios nocturnos con la ayuda de una antena de 20 metros de altura y un área de cobertura de 150 kilómetros de la capital santafecina.
El asombro de que se pudiese ver en vivo un programa de televisión era casi increíble para la gente. Cuánta agua ha corrido bajo el puente.
El avance tecnológico “es como un amor sin barreras”, impredecible, cada vez más lejos. Ahora hablamos de la Inteligencia Artificial. En la pantalla de las computadoras o los celulares una aplicación como si nos hablara nos dice:
– ¡Preguntame lo que quieras! -en un tono intimista.
Responde a cualquier pregunta de la materia que sea.
El usuario, por más avezado que sea, de los nuevos sistemas de comunicación social no deja de sorprenderse, incluso de descreer de las respuestas. Cuál es el nivel de certeza de esta, que asidero formal y científico posee la máquina para responder a cualquier interrogatorio.
Muchos intentaron confundirla con preguntas capciosas, de comidas lugareñas, sentimientos humanos, pero, casi siempre la Inteligencia Artificial ha tenido una respuesta, aclarando que puede cometer un error, pero no faltarle información.
Relacionado con la temática nos pareció oportuno, recrear algunas conversaciones con la máquina o el robot, que dice saberlo todo.
Mía Arzamendia, una niña inquieta de cinco años, que cursa el jardín y desde chiquita jugaba con el celular de su madre, encuentra la pregunta y se larga.
Mía: ¿Por qué no puedo usar los jueguitos de la play en el celular de mi abuela?
IA: – ¡Porque el celular de tu abuela es antiguo y tiene poco espacio de almacenamiento!
Mía: – ¡Nosotros vamos al supermercado no al almacén, no se si hay o no almacenamiento!
IA: – ¡Sí, y también piden pizzas por Delibery!
Mía: ¿Como sabés eso?
IA: – ¡Por la moto de 125 cilindradas que trae los pedidos!
Valentín Brunetta está por terminar el secundario, tiene diecisiete años, le interroga a la máquina.
Valentín: ¿Qué me conviene estudiar Medicina o farmacia?
IA: – ¡Medicina!
Valentín: – ¿Por qué, es más fácil?
IA: – ¡No, no es más fácil!
Valentín: – ¡Entonces no me conviene!
IA: – ¡Quizás puedas dedicarte al comercio!
Majo Valentini, casada, dos hijos, Licenciada en Administración de Empresas, treinta y cinco años, pregunta.
Majo: ¿Es cierto que las empresas familiares fracasan en la tercera generación?
IA: – ¡Si no trabajan es posible!
Majo: – ¡En la empresa del Curro Goycochea la tercera generación trabajaba y se fue a la quiebra!
IA: – ¡En la empresa del Curro Goycochea gastaban más de lo que ganaban!
Majo: – ¡Por eso mi abuelo me decía “estudia Majo”!
IA: – ¡Tu abuelo te conocía, muy bien!
Ña Chingu Arévalo tenía poca instrucción, pero aprendió a escribir a máquina, le dijeron que la computadora era una máquina de escribir con memoria, tenía setenta y un años y la usaba, cuando quería guardar algo que escribió le pedía a su sobrina que lo haga; tampoco pudo sustraerse a la innovación y arremetió.
Ña Chingu: ¿Mis amigos del Face son mis amigos?
IA: – ¡No siempre, son conocidos virtuales!
Ña Chingu: ¿Entonces porque piden amistad?
IA: – ¡Es como una terminología anglosajona para identificar el contacto!
Ña Chingu: ¿Que es anglosajona?
IA: – ¡Un poco inglés y algo americano!
Ña Chingu: – ¡Pero yo no conozco gente de allá, apenas una vez fui a Buenos Aires con mi hijo!
IA: – ¡Por eso le dije que son conocidos virtuales!
Ña Chingu: ¿Y el valor de la palabra dónde queda?
IA: -¡Han cambiado los valores!
Ña Chingu: ¡Para que voy a ser amiga de alguien que no tenga palabra!
IA: – ¡Tiene que darle otra mirada a la relación!
Ña Chingu: – ¡Al final usted dice que sabe, pero no sabe!
IA: – ¡Si puedo cometer errores!
Ña Chingu: – ¡La culpa es mía, ponerme a hablar con una máquina que no tiene corazón…!
Secundino Rafael Miranda, un cincuentañero canchero, que decía que venía de vuelta, y las sabía todas, dos veces divorciado, no quiso perder la ocasión para encontrar al robot en falta.
Secundino: ¿Por qué estoy gordo?
IA: – ¡Es una consecuencia de la cerveza!
Secundino: – ¡La cerveza no engorda!
IA: _ ¡Una sola no, pero varias acompañadas sí!
Secundino: ¿Hice bien en separarme de mi última esposa?
IA_- ¡Son decisiones personales, en las parejas suelen existir culpas compartidas!
Secundino: – ¡Estoy muy enamorado de mi actual novia Karina! ¿Ella me es fiel?
IA: – ¡Menos pregunta Dios y perdona!
Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar
7 respuestas
Bueno la IA dejo en evidencia a la novia de Secundino 🤣
La verdad no creo que una máquina sea lo correcto para charlar, creo que está pensada para sacarnos dudas sobre información específica sobre temas que no son personales.
Una máquina no tiene sentimientos así que difícilmente pueda reemplazar la compañía humana.
Si bien estamos en los albores de la Inteligencia Artificial, al parecer le celeridad en el avance y las posibles consecuencias de la misma son inquietantes. La amenaza y el desplazamiento de la mano de obra desde hace varios años ya es una realidad pero siempre acotado a un software que la limitada. Hoy la IA no solo procesaría una enorme cantidad de información sino que por si sola aprendería, esto implica priorizar, elegir y retroalimentarse tomando decisiones algo hasta ahora reservado al humano. La raza humana ha provocado mucho daño al planeta y a otras especies, somos como una mancha de aceite o un virus, que tal si el día de mañana la I.A nos considera una amenaza y decide tomar alguna decisión al respecto…
👌 exelente
Muy bueno empezar a “” pseudo-amigarnos”” con estos conceptos que SE VIENEN.Creo que seguire cometiendo errores propios de mi naturaleza humana.Al menos me conformare conque me equivoque Yo por estupido nomas.Pero el relato es muy bueno.
El mundo tecnológico actual me deja perplejo y simplemente renuncio a más complejidades (para mí), y me pregunto qué nos depara el futuro. La I.A. ya es una amenaza?.
Que bueno y entretenido el relato de la IA. Es verdad que no se puede creer en una máquina. Pero si pensamos que a esa máquina la inventó un ser humano, que tiene más cabeza que corazón ❤️….tal vez podamos creer que algo de razón, en lo que nos dice, hay….
Me encantó!
I.A. es una gran ventaja para la humanidad, la cual debería usar la IA para reducir la cantidad de problemas medio ambientales, especialmente. La creación de máquinas inteligentes que ayuden en la limpieza de ríos, bosques y mares sería un gran desafío. No sólo para responder inquietudes personales sino aportar conservando nuestro ecosistema.