QUEDATE A TRABAJAR EN LO DE LLAMOSAS.

Acceso Apóstoles – Foto Alejandro Braga-

QUEDATE A TRABAJAR EN LO DE LLAMOSAS.

En 1881 Misiones fue declarado Territorio Nacional, comenzaron a arribar los inmigrantes que forjaron ese denominado “crisol de razas”.
En la zona de Apóstoles y alrededores los colonos polacos, ucranianos e italianos, labraron la tierra, plantaron el producto madre, la yerba mate.

En 1953 fue creada la Provincia de Misiones, con lo que recupera el carácter institucional y soberano para su organización y desarrollo.

Si miramos hacia atrás nos encontramos con una provincia joven, pero pujante por el aporte de su gente. Los pequeños poblados fueron creciendo paulatinamente, sin dejar de conservar esa lozanía que conjugaba el progreso con las costumbres tradicionales.

En 1960, Apóstoles era aún una pequeña localidad; sus calles de tierra, la urbanización tradicional de la plaza, el templo, el Juzgado de Paz, la gente que se conocía y los niños jugando sin tiempo en los patios y baldíos de ese entramado urbanístico que comenzaba a desarrollarse.

Dos grandes almacenes acaparaban la actividad comercial por entonces. Scotto y Llamosas, Llamosas y Scotto, ubicados uno frente a otro sin que esto incidiera en el beneficio económico de uno en desmedro del otro.
En esos almacenes de ramos generales, se “surtían” las familias del pueblo y desde ellos, con los camiones de reparto se llevaban mercaderías a los almacenes de los barrios o a los de la colonia cercana.

Las transacciones se realizaban sin planillas Excel, sin contadores públicos, sin Iva, sin facturas A, B; un niño venía con una bolsa de nylon y argollas donde cargaba su mercadería. No había góndolas, los alimentos se envolvían en “papel de estraza”.

El progreso invitaba a personas radicadas en las sierras o en los poblados cercanos a instalarse en Apóstoles en búsqueda de un mejor desarrollo personal. Los nuevos vecinos invitaban a una vida social más activa.

Los fines de semana comenzaban con los bailes del sábado para llegar a las misas del domingo; la retreta de la Banda del Regimiento 30 Infantería de Monte y el fútbol en el estadio General Belgrano, que fue inaugurado en 1959.

Francisco Elías Llamosas, “el Tulo” jugaba y era dirigente del club Independiente. Por entonces Apóstoles recibió la visita de los planteles profesionales de Lanús y Rosario Central, con todas sus figuras. Acontecimiento que es recordado por muchos memoriosos.

El estadio municipal a cancha llena recibía la visita de seleccionados de Sao Borja, Garruchiño, Uruguayana, Encarnación, Asunción y equipos de la provincia, que competían con un seleccionado local. Éxito total.

En esas visitas Tulo fue descubriendo nuevas figuras que invitó a venir al pueblo a instalarse y jugar al fútbol en su club Independiente. Los trajo a Emilio Bustos de Posadas, tres brasileños de Sao Borja, “Mulita”, “Gaitero” y Valdir, logrando con ellos levantar el nivel futbolístico del deporte local.

Todos ellos fueron a trabajar al Almacén de Ramos Generales Llamosas, de la familia de Tulo, con ello los jugadores mediante el aporte de su trabajo obtenían una retribución que les permitía solventar sus gastos y jugar al fútbol los fines de semana.

Como siempre decimos, no nombramos a todos, en este caso hablando de jugadores de fútbol, para no caer en omisiones involuntarias, pero corresponde destacar que la presencia de ellos en el fútbol local fue un gran incentivo para los demás deportistas que se esmeraron en competir.

Entre las personas que vinieron a Apóstoles, podemos nombrar a Julio Rubén Fernández, un posadeño que ofició de disc-jockey en la confitería “Tequila” de Negrito Scotto.

Como era de imaginar, Julio hizo buenas relaciones con las chicas y chicos que iban a bailar al boliche. Los “vagos” del secundario-vagos en sentido figurado-compartían con Julio muchas charlas fuera de la actividad del boliche bailable. En base a ello, pronto fue incorporado como uno más del “ruido” o “la movida” social de los jóvenes.

Compartían “chanzas”, “charlas de amigos”, “momentos de música” propios de esa generación.

No sabemos si a modo de chiste o en serio, un día Julio les dijo a sus interlocutores que se iría del pueblo.

Como respuesta en el mismo tenor recibió de ellos lo siguiente:
¿-Por qué querés irte Julio?

– ¡Quedate a trabajar en lo de Llamosas, como Bustos, Mulita, Gaitero y Valdir! –

Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar

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7 respuestas

  1. A Mulita y Gaitero no los ubico, pero al Negro Valdir y a Bustos, los tengo en mi memoria por verlos casi todos los días cargando los camiones cuando yo era gurí e iba a “hacer los mandados”.

  2. Que buena estampa Doc! una época que seguramente quedó en la retina del corazón de muchos apostoleños que vivieron en esos años. Gracias

  3. Nuevamente sacudiendo nuestros sentimientos querido Ramón Claudio, cierro los ojos y veo las dos grandes casas comerciales,y también veo la casa de repuestos de Don Rogelio Scoto y enfrente al cine Rex de los Slamovid y a pocos metros el bar Rex de Don Mariano Jrikaiko. Gracias por mover mis recuerdos y sentimientos.

  4. Que buen relato, las dos casas comerciales pero sus dueños y empleados eran amigos. Recuerdo al *Tuoo* Llamosas como deportista y dirigente.

  5. Que relato histórico! Parece que fue ayer. Llamosas . Escotto. y esos apellidos que mi mamá pronunciaba mal. No entiendo lo que dicen los polacos, decía. Porque para ella todos eran polacos.
    Ha cambiado mucho, pero sigue siendo un pueblo grande.
    Hermoso recuerdo de personajes que buscaban salir, no importa de dónde. Pero salir.
    Un abrazo! Mr encantó

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