ROSARIO SIEMPRE ESTUVO CERCA.

Trova rosarina-Foto La Capital-

ROSARIO SIEMPRE ESTUVO CERCA.

Leyendo un reportaje del Negro Gómez, aquel que jugó en River, en la Real Sociedad, en el Atlético de Madrid, que se retiró a los 31 años del fútbol por una lesión, vemos cuanto incide el arraigo en las personas. Gómez vive actualmente en su pueblo Curuzú Cuatiá y por nada del mundo quiere cambiar su domicilio.

“Rosario siempre estuvo cerca” es una frase de la canción “Tema de Piluso”, homenaje de Fito Páez hacia el Negro Olmedo, que constantemente nombraba a Rosario en la tele o en la radio.

Los migrantes chaqueños que abordaban el tren no se dirigían a Buenos Aires, su destino era Santa Fe o Rosario. Vivian en la periferia y buscaban oportunidades en las ciudades.

Según Wikipedia, la “trova rosarina” es el movimiento musical que se inició en los años ochenta en forma paralela al redescubrimiento del rock argentino. Causando gran impacto sus letras, su estética y el hecho que un movimiento surgido en el interior del país acaparara la escena nacional.

Musicalmente la “trova rosarina” era una fusión de varios géneros musicales, cercanas al rock, al folclore argentino, tango, ritmos rioplatenses, canciones de protesta o pop melódico. Sus integrantes eran rosarinos y buscaban expresar un mensaje común de disconformidad con el régimen militar imperante.

De allí surgieron, Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Fito Páez, Jorge Fandermole, Rubén Goldín, Lalo de los Santos, Adrián Abonizio, entre otros.

Con la llegada de la democracia y el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, los integrantes de la “trova” construyeron sus carreras en forma individual con el componente del origen del movimiento musical.

Rosario ha sido también cuna de grandes jugadores de fútbol, una lista interminable que se prolonga en el tiempo.
Muchos de ellos surgidos de los tradicionales equipos de Rosario Central o Newells Old Boys, de Central Córdoba o del desaparecido Renato Cesarini.

Se fueron a Buenos Aires, jugaron en otros equipos, en la selección y también en Europa. Casi todos en el final de sus ciclos deportivos anuncian que quieren terminar su carrera en Rosario.

Messi y Di María son actualmente los casos más destacados, uno “leproso”, el otro “canalla”. Tienen una de sus casas en Rosario, vienen permanentemente a pasar las fiestas de fin de año en la ciudad más importante de la provincia de Santa Fe.
Di María quiere jugar la Copa Libertadores con Rosario Central; Messi no ha dicho aún donde desea retirarse, pero no sería extraño que sea en el club del que se fue al Barcelona cuando tenía doce años.

Los estadios “Marcelo Bielsa” del Parque Independencia y el “Gigante de Arroyito” están repletos de público en todos los partidos del fútbol profesional, como muestra de la pasión del rosarino por el más popular de los deportes.

Rosario se ha tornado insegura, el aumento del delito y las balaceras a cualquier hora del día han modificado las costumbres, marcando un contraste de la violencia con lo pintoresco y sofisticado de una ciudad cosmopolita.

La ciudad de la Cuna de la Bandera, rodeada por el Río Paraná, donde se cosecha la mayor producción de granos y posee una importante infraestructura portuaria, está en crisis.

Podríamos decir que Rosario queda lejos, que no es ese lugar donde confluían los migrantes chaqueños para trabajar en la ciudad, o de aquellas fábricas que decían “hecho por rosarinos”, aunque la ilusión nunca se pierde.

La protesta de la “trova rosarina” ha cumplido cuarenta años, los músicos se fueron a otra parte, el mensaje ha permanecido latente en la historia de la ciudad que ha crecido en muchos aspectos y en otros no.

Ojalá en un tiempo no muy lejano la ciudad recobre su brillo y se pueda decir libremente:
¡Rosario siempre estuvo cerca!

Ramón Claudio Chávez.
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