EL ESPEJO CHINO.

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EL ESPEJO CHINO.

Hay un cuento corto de autor anónimo que habla de las peripecias de un campesino chino que se va a la ciudad a vender la cosecha de arroz que él y su esposa habían trabajado. Ella le pide que, aprovechando el viaje, le trajera “un peine”.

El hombre en la ciudad, luego de vender la cosecha, se encuentra con varios compañeros y se ponen a beber para celebrar lo conseguido. Bastante desorientado luego de la ronda de tragos, recordó que su mujer le había pedido algo, pero no recordaba de qué se trataba.

Acudió a una tienda y compró el producto que más le llamó la atención. Se trataba de un espejo, con el que regresó a su casa. Se lo entrega a su esposa y se marcha a trabajar al campo.

Ella se mira en el espejo y repentinamente empieza a llorar. Su madre le preguntó por qué lloraba, a lo que responde que las causas de sus lágrimas eran que el hombre había traído consigo otra mujer, joven y hermosa.

La madre mira el espejo y le responde que no tenía de qué preocuparse dado que se trataba de una vieja.

 El cuento chino tiene diferentes posibles interpretaciones; una de ellas es como nos vemos nosotros mismos reflejados en el mundo. Si bien es cierto la reacción parte de un contexto visual, no podemos dejar de mencionar y otorgarle una mirada más profunda a la “autoestima” de las personas.

Para la Real Academia Española (RAE),” autoestima” es la valoración, generalmente positiva, que una persona hace de sí misma. Procede de la palabra estimar, que incluye entre sus significados el de apreciar, es decir, tener una actitud positiva o afectuosa y el de evaluar algo o a alguien, en este caso, a uno/a mismo/a.

Nuestra autoestima suele ser alta o baja, casi siempre emparentada con el éxito. ¿Quién no ha tenido un compañero/a de colegio que antes, de un examen nos recalcaba que no sabía nada y luego siempre se sacaba un ocho por lo menos?

El Centro de Psicología Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid ha investigado sobre estos comportamientos que influyen en los pensamientos y las valoraciones que se tengan de sí mismo/a posteriormente.

Se dice que los seres humanos somos personas sociables que nos desarrollamos en un contexto, en una cultura y en una sociedad. La socialización en una cultura influye en cómo se desarrolla la “autoestima”, la sociedad propone unos valores, desarrolla unos modelos y tiende a premiar a los que mejor se ajustan a ellos.

Siguiendo la idea del espejo, hay un aspecto que la sociedad ha valorado históricamente, es “el atractivo físico”. Las personas que son atractivas en función de los cánones que marca esa sociedad y esa cultura, son reforzados por serlo y se convierte en algo que la gente desea ser (aspecto valorado).

Otro factor influyente, condicionado por la sociedad, es la importancia que se otorga al “éxito”. Tener éxito es algo importante. Se aprecia en los medios de comunicación donde se asocian ciertos personajes famosos con el éxito y éste con la consecución de la felicidad.

Otro factor de influencia constituye “las redes sociales” que promueven un marcado estereotipo de belleza y las imágenes que muestran influyen sobre todo en la autoestima de los jóvenes. Una belleza irreal donde la mayoría no se siente representada.

El atractivo estético relacionado con la belleza ha dejado de ser en la actualidad un lugar exclusivo de las mujeres, para que muchos hombres también recurran a los avances científicos para mejorar su aspecto físico.

Hay una antigua frase que se utilizaba con frecuencia en la búsqueda de personal que decía:

Se busca personal con buena presencia”.

¿Qué significaba “buena presencia” ?, pulcritud?, aspecto físico?, ¿vestimenta? ¿Y la idoneidad…? En el tiempo de los medios digitales esta cuestión imperiosa pasa a un segundo plano.

En el cuento del “espejo chino” hay que destacar que ninguno de los personajes jamás se había reflejado en un espejo, no sabiendo que es lo que ve realmente. La esposa no comprende que la “joven hermosa” es ella misma; la madre tampoco ve que la anciana es ella. Observamos que la esposa reconoce la belleza de la imagen y su preocupación, en cambio la madre lo minusvalora críticamente, burlándose de su propia imagen.” Se trata de una vieja”.

No siempre un espejo muestra una imagen verdadera.

Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar

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6 respuestas

  1. Que buena historia! Estos chinos siempre tan filósofos! Un análisis de la misma que tiene muchas aristas y que en la actualidad está vigente en casi todas ellas, como bien lo mencionó Claudio.

  2. Linda forma de abordar un tema tan ligado a la psicología de cada uno y co.o puede marcar nuestras acciones y forma de vivir.

  3. Autoestima, causa o consecuencias de nuestra salud mental? Personalmente no sabría decirlo, pero si puedo aseverar de que existe una estrecha relación entre una y otra y que los parámetros que la valoran debemos determinarlos nosotros y no la sociedad. Dejar que nuestro entorno ponga la vara, podría resultar frustrante para muchos.

  4. Reflexionar de qué vemos y qué ven los otros en nosotros. Pienso que, al final, es cierto lo que dicen algunos sicologos: los otros son nuestro espejo. 👇, una breve historia para pensar bebiendo un pewo.

  5. Felicitaciónes Claudio, siempre con lindas anécdotas y buenas reflexiones, a nivel chiste cuenta la historia que le dicen a una determinada persona de que era muy Soberbio , a lo cual contesto : ERA , deje de ser Soberbio cuando me di cuenta de que era el MEJOR .

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