ADONDE TE VAS VICÓ.
La ciudad de Adrogué en la provincia de Buenos Aires se diferencia de los grandes conglomerados del conurbano. Tiene algo más de cuarenta mil habitantes y un diseño urbanístico moderno.
La ciudad tiene su equipo de fútbol, Brown de Adrogué que durante muchos años participo en la “B” Metropolitana, hasta que logró ascender al Nacional “B”, donde actualmente se encuentra.
Pablo Vicó, un tipo de barrio con códigos, vive hace 25 años en el predio del Estadio Lorenzo Arandilla, la cancha de Brown de Adrogué. Empezó siendo sereno, estuvo a cargo del fútbol infantil y hace 15 años es el técnico del equipo.
En una oportunidad se fue el técnico del equipo y la Comisión Directiva le pidió que le diera una mano hasta que encontraran al nuevo entrenador. La respuesta de Vicó fue que sólo tomaría el equipo como titular, no interino, que analizaran su tarea y resolvieran si seguía o lo despedirían.
El técnico con 15 años en la función es el que mayor cantidad de tiempo ha estado en el banco de suplentes de un equipo en el fútbol argentino.
Vicó ha sido reconocido por propios y extraños, en Adrogué fue distinguido como “Ciudadano ilustre del Municipio” y “Personalidad destacada del Deporte”. En San Clemente del Tuyú una calle lleva su nombre al igual que el “buffet” y una tribuna del estadio. Cuando juegan de visitante es aplaudido por la parcialidad local al salir a reconocer la cancha o al retirarse del lugar.
Pablo Vicó ha vivido mucho tiempo sólo en el monoambiente ubicado a 30 metros de la cancha de fútbol donde Brown hace de local. El mismo explica:
– “Me levanto a las 7,15, limpio, lavo la ropa, plancho, voy a desayunar con los muchachos que llegan a las 8, hablo con los profes y partimos para “laburar””-
El hogar en nada se parece a la casa de un Director Técnico de Fútbol, tiene su cocina, su garrafa, la heladera, el lavarropa, la cama, ropero y tres camas cuchetas que facilita a los jugadores que viven lejos y no tienen familiares. Allí Pablo toma “mate a la antigua”, deja el agua en la pava.
Cualquiera tiene derecho a pensar que las puertas de esa vivienda, al estar dentro del predio deportivo, estarán cerradas los días de partidos. Pablo las mantiene abiertas y allí se encuentra con algún conocido que viene al “Buffet del club”, o a los integrantes de las comisiones de las delegaciones visitantes que vienen a competir.
Podríamos suponer que el técnico de Brown de Adrogué es un “romántico” del fútbol, pero como conoce muy bien la categoría, en dos oportunidades siendo técnico logró el ascenso del club al Nacional “B”, sabe muy bien que en esa categoría en muchas ocasiones hay que dejar de lado el juego bonito para pechar.
Los jugadores le apodaron “Don Ramón” por cierto parecido físico al personaje de la serie “El Chavo del Ocho”, otros lo llaman “Bigotón”, él se mantiene fiel a su estilo casi siempre con la indumentaria deportiva del club.
Pese a todos esos pergaminos, este año el equipo de “Don Ramón” marcha último en la tabla de posiciones; el director técnico dijo que se va para que otro pueda encontrar el rumbo…también se va de la vivienda.
Le dijeron que se quede en la vivienda que es como su casa y no aceptó.
– “Consigo un monoambiente en Adrogué y en un día me cambio, tengo que seguir trabajando, no estoy salvado económicamente”-
Tiene 68 años, siempre soñó con dirigir en primera, será el momento. “Don Ramón” se va de la vecindad, quizás cuando cruce por el monumento de Clemente en el centro de Adrogué alguien grite:
– “¡Tiren, tiren, tiren papelitos señores!”-.
Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar
5 respuestas
Poco conozco de fútbol, pero lo veo como un romántico empedernido que sueña llegar a primera con jugadores de barrio, y hoy el fútbol es un negocio, solo con dinero se llega a primera. Lamentablemente es eso, un negocio y diversión para lo televidentes o aquellos que gustan ir a la cancha… Algo por demás riesgoso si se trata de un súper clásico donde las inchadas rivales se dan a matar.
La descripción de un “rara avis”, al decir del amigo Damián, un “romántico “, que ya, seguramente, quedan pocos en el ambiente “futbolero”, en donde predominan las hordas al servicio de algún político.
Una vida dedicada al fútbol, mucha entrega sin otra aspiración que ser parte de ese efervescente deporte. También mucha integridad para saber cuándo retirarse, por eso quizás – la fama y el reconocimiento – vinieron como añadidura, la frutilla del postre.
Un relato para pensar. Me identifico por ese sentimiento por un Club. Me gusta el juego en si. Una lucha que si no tiene todos los condimentos de equipo no funciona.
Una pasión, que los inescrupulosos quisieron transformar solo en dinero, pienso que algunas cosas lograron, pero lo que significa un Club para un barrio no lo vencieron aún….
Mi querido Coloncito, allí va, con altibajos, con dirigentes que nos dan vergüenza y otros que le ponen ganas…pero no deja de ser ejemplo para un pueblo sufriente, inundado, no solo por aguas, sino por bajezas del poder económico….pero siempre haciendo cosas para ayudar a su gente.
En fin Amigo: tus relatos despiertan mi la pasión por decir lo que siento.
Me encantó!!abrazo enorme!
Una hermosa historia de personas que piensan y hacen el bien.La historia ya le tiene reservado un lugar muy elevado en sus páginas.Me encantó ésta y todas las que semanalmente nos regalas con mucho cariño querido Ramón Claudio.Abrazos y mil bendiciones.