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LA ESCUELITA DE FÚTBOL. –
Hace una semana culminó la Copa América. De nuevo Argentina con el trofeo y los comentarios de todos los colores.
Como dijimos en otras ocasiones, en estos campeonatos “todos somos técnicos” para opinar de lo que entendemos y de lo que no, también.
La final con los colombianos de alto voltaje exacerbado por la misma prensa cafetera que anticipaba un triunfo que no se dio.
Al fin de cuentas todos apreciamos las cosas con el sabor del éxito. El “Narigón” Bilardo decía que no sirve salir “subcampeón”, la gente no se acuerda del que pierde.
Pareciera ser así, los técnicos de nuestra selección que estuvieron dos campeonatos del mundo son los que ganaron. Menotti, Argentina 1978; España 1982; Bilardo, México 1986 e Italia 1990; Scaloni, Qatar 2022 y posiblemente Estados Unidos, México y Canadá 2026.
Entre tanto barullo quedó en el medio comprender si la mentalidad de los colombianos y argentinos es la misma en el fútbol, para llegar al triunfo.
El técnico de la selección Colombia dijo:
.” ¡Nosotros estamos yendo, ellos ya están!”-
Otros se quejaron de la Conmebol, de los arbitrajes, de la falta de presencia de los dirigentes. Lo mismo que hacíamos nosotros antes del Mundial 1978.
En las redes sociales, un jugador colombiano que jugó en la Argentina atribuyó el fracaso deportivo a la formación de los niños en el deporte.
– “¡Acá en Colombia se le otorga en los campeonatos de fútbol infantil premio a todos los chicos! Los que salen primeros, segundos, terceros…, octavos. ¡Allá no! ¡Desde chicos quieren ganar!”-
En el fútbol y en el negocio no siempre alcanza con el nacionalismo; la organización de selecciones, los buenos jugadores, las mejores decisiones siempre son necesarias para triunfar.
En nuestro país los campeonatos de Baby-fútbol eran el escenario donde aparecían los buenos jugadores. Los clubes y los cazadores de talento/s a una edad cada vez más temprana, buscan a los niños que serán profesionales mañana.
Jugadores retirados o profesores de Educación Física, con algo de romanticismo, se han hecho cargo de las denominadas “Escuelitas de fútbol”.
-¿Están hechas para ganar a para formar el carácter de los chicos? –
Las escuelitas de fútbol deben estar orientadas al desarrollo de las capacidades y habilidades de los jugadores, en proceso de iniciación y formación deportiva.
Los valores de las escuelitas deportivas serían: el respeto, la tolerancia, el esfuerzo, la disciplina, el desarrollo de la creatividad y la coherencia por mantenerlos. Si hablamos de estos valores no se debería aceptar la utilización por parte de los niños o de los adultos, de frases peyorativas o hirientes, (ej.: “gordo”, croto”).
Los varones y niñas que practican en esas escuelas aprecian todo eso, pero es innegable que en el pensamiento humano está el deseo de ganar. Eso debe ser una competencia sana; busquemos ganar, pero no a cualquier costo.
En los viejos “picados” en la canchita del barrio, cuando se elegían los equipos cada cuál buscaba tener en el suyo al que mejor jugaba, es decir, importaba ganar.
Los chicos con condiciones técnicas superiores a los demás seguramente irán a organizaciones o clubes donde además de la formación, deberán demostrar que pueden destacarse en el juego y también en el triunfo deportivo.
La historia ha demostrado que muchas de las promesas del fútbol no pudieron triunfar, por distintas razones, pero no lo lograron. El éxito siempre es para unos pocos.
Debe quedar a favor el acto de haberlo intentado, los “jugadores de madera” también quisieron ser Maradona o Messi. No todo es fracaso.
“Los grandes jugadores además del talento, necesitan del alma”.
Ramón Claudio Chávez.
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4 respuestas
La irrupción de las escuelitas de fútbol que sirve TAMBIEN para la detección temprana de talentos es un fenómeno importante. Creo que brindan una formación integral, la disciplina, la inclusión, la importancia del trabajo en equipo, la fortaleza que significa la alianzas de talentos son todos elementos que configuran al que va ser el futuro atleta profesional. Cómo usted lo menciona Doc. Talento y alma.
Las escuelitas de fútbol aparecen ante la desaparición de las canchitas de barrio una y otra han tenido una función social fundamental a los fines de alejar a los chicos de las drogas por eso es tan importante quiénes dirigen estas escuelitas.
Muy oportuno el relato, justo para estos tiempos. Deshumanizados, los poderosos buscan solo conveniencias materiales, para no decir solo les importa la plata. Triste afán del poderoso, nada importa, solo su narcisismo. Ignorantes con dinero. Muy distante de los que buscan, en el anonimato, vacunas, medicamentos, etc para apaliar los males de todos. Y a veces hasta allí se meten, con su poder, insaciables, casi psicópatas.
No sé cómo será el futuro del fútbol en nuestro país. Ojalá muchos lean este relato, y puedan entender lo que quieres mostrar. Descubrir talento y alma. No solo para alejar el daño de las adicciones. Sino para valorar los seres humanos como tales.
Muy bueno este accionar tuyo a través de estás publicaciones. Abrazo a la distancia!
Vaya un drama el que hicieron en la cancha y fuera de ella.
El querer ganar es algo que está en la escencia de todo ser humano, más allá de que lo logre o no siempre quiere ganar a toda costa sea lo que sea que haga, el mejor pan, el mejor asado, el mejor vino!, el mejor…el mejor siempre el mejor es algo impuesto en la sociedad, es una utopía pensar en una sociedad en la que todos somos iguales. Y volviendo al deporte, justamente por eso es una competencia…