Foto ilustrativa.Crédito TN.
POR UN PUÑADO DE RUPIAS.
La falta de dinero en la vida cotidiana provoca estrés en las personas, un deterioro en su salud, menos tiempo libre y un mayor dolor emocional.
“El dinero no hace a la Felicidad”, ese dicho popular que escuchamos a diario representa una parte de la historia en contraposición de aquél que dice: “El dinero no hace a la Felicidad, pero ayuda”.
En otras ocasiones hemos abordado en “Ideas del Norte” temas como estos, con una mirada enfocada en la realización personal y la búsqueda de la felicidad.
Nos sirvió como ejemplo la fastuosa boda de Oriana Sabatini y Paulo Dybala en un exclusivo lugar en la Provincia de Buenos Aires. Trescientos invitados repartidos entre personajes de la farándula, del fútbol y de la alta sociedad; como no podía ser de otra manera… tampoco faltó el conventillo exacerbado por los medios de prensa que siempre se predisponen para ello.
Los novios viven en Roma, podrían celebrar la ceremonia en el viejo continente, decidieron realizarlo acá y tienen el dinero necesario para organizarlo. Como en aquel casamiento realizado en el Luna Park, entre Diego Armando Maradona y Claudia Villafañe.
Un estudio realizado en los Estados Unidos por los ganadores del Premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman y Angus Deaton, concluye que la felicidad solo aumenta con ingresos de hasta 75.000 dólares. Después de eso los ingresos adicionales no afectan la felicidad en general.
El estudio examinó la relación entre los ingresos y los conceptos de “bienestar emocional” y “satisfacción vital”.
El primero es lo bien o mal que nos sentimos en determinado momento, un indicador de nuestro nivel de felicidad. La “satisfacción vital” es un concepto más amplio; es si creemos que estamos viviendo una buena vida y si estamos satisfechos con nuestras circunstancias vitales en general.
La teoría de los autores es que, por encima de los 75000 dólares de ingresos, la felicidad está impulsada por cosas como la calidad de las relaciones, la salud y el tiempo libre. Allí el dinero no es un factor.
No podemos poner en tela de juicio el conocimiento de estos economistas que han ganado el Premio Nobel, pero, las realidades de los habitantes de los países son diferentes. Una persona con ese nivel de ingresos superaría en Argentina los promedios de la clase media. Si midiésemos en dinero el nivel de felicidad…, ¿cuánto necesitaría la clase baja o la más vulnerable?
Posiblemente el problema radique en confundir la felicidad con el placer temporal, que suele ser fugaz, que nos da todo aquello que podemos pagar con dinero.
No es extraño que se confunda abundancia, éxito o riqueza con “felicidad”. Creer que tener una vida resuelta, que no nos falte nada o ser exitoso en lo laboral y en lo económico nos daría la felicidad.
Cuantas veces hemos escuchado el caso de jóvenes que quieren estudiar una carrera determinada porque es lo que les gusta o les apasiona, pero alguien les convence de que “eso no le va dar de comer” y eligen algo que no están del todo convencidos…, ¿cuál sería aquí el nivel de felicidad?
La lucha por un salario digno por parte del trabajador, no solamente es un indicador de búsqueda para paliar necesidades insatisfechas, también engloba la búsqueda de felicidad.
Paulo Dybala estando en Instituto de Córdoba ya demostró que como jugador de fútbol tenía destino europeo, actualmente juega en la Roma, con ingresos anuales de 6.000.000 de euros; Oriana es cantante, dinero no les falta. Las salas Vip de los aeropuertos y vuelos en primera clase no le garantizan el camino a la felicidad, son ellos los que deben agregar lo necesario para que esto ocurra.
Entonces, “El dinero no hace a la Felicidad”, o “El dinero no hace a la Felicidad, pero ayuda”.
Una noche del “buen amor” …, es lo mismo o igual en un Hotel 5 estrellas o en una Pensión de cuarta. No importa “el escenario” …; importa “el contenido”.!!!
Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar
7 respuestas
Un comentario muy acertado, la llamada ” felicidad” depende también de las creencias, y creo, no es de éste mundo. Uno puede ser feliz de a ratos, pero un estado permanente, es otra cosa.-
Si midieramos en dinero el nivel de felicidad, mi respuesta es que alcance para comer y darse gustos racionales.
Excelente abordaje de un tema complejo, si bien el dinero “per se” no da felicidad, permite al ser humano desplegar actividades que le permitirían acercarse a ese estado. Por ejemplo tener tiempo para cultivar relaciones de amistad, deportes, ocio entre otras. Que como dice Abel dan momentos de felicidad. Y a no olvidar que el amor de pareja, filiar y de amigos es otro co adyudante a permanecer en ese estado. Muy bueno Claudio felicitaciones. Dándonos a pensar siempre cosas importantes de la vida.
El dinero no garantiza la felicidad, si, potencia nuestras posibilidades y brinda cierta seguridad, lo que es valioso, después: cada uno de acuerdo a su situación y sus valores desarrolla estrategias en pos de una felicidad cuyo concepto es para un debate
Este tema en estado de Comun Denominador, no tiene dueños ni latitudes.Pero prefiero no abundar a las muy criteriosas palabras ya expresadas.Solo digo, poner cada cosa en su lugar es una cuestion de equilibrio personal y de razonamiento.La Felicidad tiene mucho de espirtualidad.Ya sabemos por un antiguo dicho:..¡ A Dios rogando, pero con el mazo dando!!.Muy lindo tema.
Vaya un tema el de hoy… Si viviéramos en cavernas el dinero no sería problema; pero en la actualidad el dinero si hace a la felicidad.
Mal que nos pese siempre queremos algo; y ese algo cuesta dinero, ya sea medio kilo de pan o el casamiento de los susodichos…
El resto es debatible, si más o menos, nunca alcanza siempre queremos más o lo que no tenemos.
Ay!ay!ay!…..que tema. El dinero no hace la felicidad. De eso estoy segura. El dinero es para el bienestar de la vida. La felicidad es un estado que tiene que ver con un estado emocional. No es constante, el bienestar si debería ser constante.
En fin…
Un tema difícil de abordar…pero siempre logras poner en tus relatos esos temas en forma Genial! Me encantó!!