LA PISTA PULOIL.

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LA PISTA PULOIL.

En la década del 40 Misiones era aún Territorio Nacional. La floreciente ciudad de Posadas comenzaba su camino hacia el desarrollo y el importante papel institucional que hoy detenta.

Esteban Servando Semilla fue tres (3) veces Intendente de la ciudad y Gobernador del Territorio Nacional en 1941.A él se le deben varios emprendimientos urbanísticos que fueron transformando definitivamente la pequeña aldea en ciudad progresista.
La costanera sobre el Parque República del Paraguay tiene su sello, al igual que las cuatro (4) avenidas, Corrientes, Mitre, Sáenz Peña y Roque Pérez, como muestra de progreso aún vigente.

Por entonces la zona donde se halla emplazado el Palacio Legislativo era un gran parque con vegetación.  Se transformó con la edificación para albergar al Congreso Nacional del Tabaco, la Fiesta de la Yerba Mate y Muestra de Trabajo Regional, en el año 1944, que en su inauguración contó con la presencia del Presidente Edelmiro Farrell.

Una ciudad comprometida con el progreso debía contar con el apoyo concreto de una sociedad que la represente. Además de ser una ciudad donde se respetaba “la siesta”, tenía una intensa relación entre los habitantes que prácticamente se conocían “entre todos”.

Los sábados eran los días bailables; los jóvenes se saludaban en la “vuelta del perro” a la salida de misa en la plaza 9 de Julio, las reuniones danzantes en los clubes y en el Parque Japonés de la familia Yamaguchi.

El Parque Japonés funcionó en la década del 40 hasta 1956, cuando un incendio destruyó la propiedad. Kiyhosi Yamaguchi y sus familiares, instalaron allí una heladería, servicios de comidas y los días sábados bailes en las cuatro (4) pistas.

El éxito del lugar fue en aumento y allí actuaban orquestas reconocidas de la zona, Panchito Dartois que vino en 1950 de Laboulaye-Córdoba-; o artistas reconocidos de Buenos Aires, como Osvaldo Miranda, Ortiz Tirao, que arribaban a la ciudad en tren o en el “hidroavión”.

Había cuatro (4) pistas de baile, a las que el ingenio popular las bautizó discriminatoriamente como: 1). La pista “Puloil”, donde concurrían las chicas del servicio doméstico; 2). La pista “Saldos y Retazos”, frecuentado por jóvenes que trabajaban en las tiendas; 3). La pista “Palmolive”, los que decían ser de la “clase media” y 4). La pista “Caté”, de la denominada “clase alta”.
Allí se encontraban los sábados los Moglia, los Errecaborde, los Schiavo, los Bistoletti, los Tabbia, los Cambas, los Róttoli, para nombrar a algunas de las “familias tradicionales de Posadas”; las chicas con vestido de fiesta y los hombres de traje.
En una ocasión actuaba Alberto Castillo y antes de comenzar a entonar un tango dijo en referencia a los espectadores que estaban fuera del local:
-“¡ Este tema va dedicado a la familia “Miranda!”.

Los ritmos de tango, corrido, chámame, paso doble o foxtrot eran retransmitidos por parlantes a las demás pistas del baile, hasta las tres (3) de la mañana cuando se terminaba todo, por expresa disposición de una ordenanza municipal.

Muchas parejas iniciaron su relación en el Parque Japonés, se consolidaron con el tiempo y sus hijos o sus nietos viven y desarrollan sus actividades actualmente en la capital de la provincia.

Los hermanos mayores debían acompañar a sus hermanas al baile, llevarlas y traerlas de regreso. Ellas muchas veces se enojaban porque los muchachos a la una (1) querían volver, para poder regresar a encontrarse con sus novias o amigas.

Los jóvenes debían saber bailar, llevar el ritmo como se decía entonces, la falta de destreza en esto era motivo de rechazo a una invitación para danzar.

La diferencia social marcada en las pistas, eran frecuentemente superadas por los hechos, muchas historias cruzaron barreras y el amor hizo el resto.

Susana iba siempre a la pista “Puloil” y Federico a la “Caté”, la belleza y alegría de la mujer encandiló a Federico, quién pese a la oposición familiar, se enamoró de ella; fueron novios… se amaban …y se casaron.
– “¡Fueron felices y comieron perdices…!”.

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