LA CHINA QUINTANA.

LA CHINA QUINTANA.

Nuestra provincia tiene una amplia corriente migratoria que pobló su superficie. La Colonia Tobuna recibió en su seno a los brasileños.

Allí nació María Larissa Quintana, hija de Paulina Neves y Leoncio Quintana. Era la segunda de ocho (8) hermanos, cinco (5) mujeres y tres (3) varones.

Cuando tenía cinco (5) años se fueron a vivir a una modesta casa cerca del río en la ciudad de El Dorado. En la “Capital del Trabajo” fue a la escuela primaria y luego su vida fue un abanico de colores.
Todos conocían a María Larissa como “la China”; su bella figura lograba concitar la atención en casi todos los lugares donde frecuentaba. Además de bella, “la China” era alegre y extrovertida.

Cantaba por las calles y soñaba con dejar de ser pobre. Su espíritu aventurero la hizo madre a los dieciocho; la maternidad no la encerró en su casa, siempre decía que algo tenía para emprender.

Pasaron unos años y “la China” empezó a trabajar de portera en una escuela rural en la “Picada 24 de 9 de Julio”.
Viajaba desde El Dorado diariamente compartiendo el trayecto con policías y maestras que hacían el mismo recorrido. “La China” era más bella que algunas docentes.

En el supermercado “Ruta 17” le preguntaban si ella era la directora de la escuela y ella les contestaba:
– “¡Por ahora solo la portera, no se más adelante!”.

En la noche de El Dorado ella frecuentaba los bailes, solían verla en “Chévere” al ritmo de cumbias y amores fugaces que encendían su mirada. “La China “era sinónimo de diversión.

Había estudiado “peluquería” y se animó a instalar su negocio en la calle principal cerca de la cooperativa eléctrica; sus clientes eran mujeres y también hombres a quienes realizaba lo cortes tipo los “Fernández” (Pol y Enzo).

La vida social de “la China” era intensa, al igual que sus amores, (ahora lo llaman “Poliamor”), a ella poco le importaba y siempre decía que el amor es uno solo.

En 9 de Julio todos la conocían como “la portera de la Picada 24”, en El Dorado era “la peluquera del centro”.
Muchas envidiaban la alegría que ella irradiaba.

A “la China” …cualquier colectivo le viene bien decían por lo bajo quienes querían criticar su vida privada; ella se manifestaba fiel.
– “¡Si estoy saliendo con una persona, es con ése, no con todos!”.

La historia sexual es una cualidad interesante de la persona, es a la vez una elección. En las redes sociales generalmente no escribimos sobre ella, quizás temiendo un reproche social.

Estadísticas de investigación destacan que tres de cuatro hombres suelen tener “algún reparo” sobre la cantidad de parejas, aunque sean circunstanciales que haya tenido la mujer con la que van a relacionarse sentimentalmente.

Las conquistas de la mujer, en el trabajo, en la universidad, en la actividad política, etc., le han permitido usar el principio de libertad para organizar su vida privada de un modo que le plazca, sin que ello menoscabe su desarrollo personal.

La prestigiosa antropóloga Helen Fisher ha estudiado los efectos del enamoramiento en el cerebro. El amor romántico es un sistema cerebral básico.

Destaca tres estados en el ser humano: 1) El impulso sexual; 2) El amor romántico y 3) Los sentimientos de apego profundos. Son sistemas cerebrales que pueden operar en cualquier combinación y orden.

“La China” con ahorros de sus dos trabajos pudo comprarse su propio auto, con él se movilizaba y compartía con sus amistades los días de diversión.

A la escuela rural de 9 de Julio seguía yendo en colectivo de línea o en auto de conocidos compartiendo los gastos del combustible.

Vestía como siempre, una ajustada pollera negra de cuero que resaltaba su figura.
– “¡En cualquier momento me recibo de directora!” … decía con picardía.

La familia se agrandó; luego de su primera hija vinieron dos varones y de ellos se sentía orgullosa.

Se decía feliz así. El matrimonio era algo que no le importaba. Su estilo de vida al igual que sus puntos de vista políticos no era un área que estaría dispuesta a modificar solo para ajustarse a las demandas del mercado.

– “¡C’EST LA VIE…!”.