¿ QUE TE PASA COLAPINTO?

¿QUE TE PASA COLAPINTO?
En nuestro país, golpeado por crisis económicas y vaivenes políticos, los éxitos deportivos suelen ser un respiro; los nuevos ídolos terminan siendo una fuente de orgullo y alegría.
En el imaginario popular las nuevas estrellas deportivas son valoradas muchas veces de un modo excesivo por los medios de prensa y también por la opinión pública.
Hace como un año muchas personas no sabían quién era “Franco Colapinto”, qué antecedente deportivo poseía o qué carrera de automovilismo había ganado.
De un día para el otro apareció como piloto de reserva de la Formula 1 Internacional en la escudería Williams. Aún no había subido al auto de carrera y para muchos ya era un campeón.
Los fierreros y los otros empezábamos a esperar y desear que al que estaba corriendo le fuera mal, para que nuestro piloto pudiera ingresar.
La prensa especializada y la otra también, decían que Colapinto era mejor que el anterior; el auto con nuestro piloto sería un avión.
Tantos “nudos” le hicimos…, que le fue mal al tipo y Franco ingresó como suplente. Fueron muchos a Brasil y Estados Unidos para verlo actuar en la pista. La “barra argentina” era la sensación de la Formula 1. A Williams no le fue bien, le culparon en parte al argentino; pero la hinchada entendió que la culpa era del auto.
El contrato no era definitivo y el pibe tenía que demostrar en cada circuito, en cada carrera, que estaba para cosas mayores.
Franco andaba bárbaro en las redes sociales, tomaba mate, jugaba con los otros pilotos…, “un winner”, hasta la China Suarez se fijó en él.
Al final de la temporada 2024, Williams lo dejo de lado y pasó a ser piloto de pruebas; manejaba un simulador de carreras hasta que apareciera otra oportunidad.
Vino Alpine, la escudería de los Renault 4 y le tiró una soga, pero con “contrato temporario” también. Franco trataba de no romper el auto, de terminar la carrera y de ganar uno o dos puestos , el auto no daba para más.
Encima se tiene que bancar el “puterió” de la Formula 1:
– “¡En cualquier momento viene otro a ocupar tu butaca!”.
Bastante extrañas son las miradas para Colapinto en su carrera deportiva. Participa de la máxima categoría del automovilismo y pretendemos que gane cuando no tiene el respaldo técnico para hacerlo. Así somos.
Ese “narcisismo colectivo” y “autoestima nacional” nos traslada a la “identificación con el éxito”, “proyectando virtudes” y “compensando frustraciones”. El deporte funciona como un escape y una fuente de orgullo, “sacamos pecho” y disfrazamos de victoria algo que aún no es.
Aparece en los medios y en nosotros, una “narrativa de la grandeza”, los éxitos pasados en el deporte deben repetirse. “La viveza criolla” e “inteligencia Táctica”, nos conducen irremediablente al triunfo; aunque no hayamos cruzado primeros “la bandera a cuadros”.
Así somos los argentinos. Miremos el caso de Solana Sierra, la tenista que fue a jugar “el repechaje” en Wimbledon. Perdió y quedó como “lucky loser”, estaba por ir al “mercado de pulgas” antes de tomar el vuelo de regreso, cuando le avisaron que en quince (15) minutos debía presentarse a jugar en reemplazo de una belga que se bajó porque le dolía la espalda.
No lo pensó dos (2) veces…, entró, jugó y ganó tres partidos. Ya está en octavos del torneo más importante sobre césped. Tuvo que cambiarse varias veces de departamento y llegó a un lugar donde hace tiempo no lo hacía ninguna tenista argentina.
Ojalá le vaya muy bien en su carrera, algunos dicen que puede ser la nueva Gabriela Sabattini, si eso no ocurre…, no la destrocemos.
La auto percepción de capacidad deportiva, puede llevarnos a un “síndrome de superioridad” que afecta la humildad y el aprendizaje.
Soñemos con los éxitos deportivos de Colapinto y también de otros, que esa construcción de la historia se alimente con una mirada completa de todos en post del éxito deportivo…, la gloria …,siempre estará al final de todo.
Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar
Que buena autocrítica Doc.!! Describió con precisión está idiosincrasia nuestra que a veces, tan volátil, es implacable con nuestros dioses del Olimpo.
Gracias por este artículo, mi estimado Ramón.
Pues me acabo de enterar bien “lo de” Colapinto. A causa de mi termo, nunca supe cómo apareció en escena y cuál es su rol en ese ámbito.
Buenos días gente! Yo culpo al periodismo de crear estos ídolos antes e tiempo, en deportes tan elitistas como la F1 o el tenis es muy complicado ser el número 1. Los asciendan y los dejan caer al primer fracaso. Cómo el cordobés que juega golf ya no es noticia más qypor algún escándalo