ESTA NOCHE ES NAVIDAD.

Esta noche es Navidad.
Por lo general es una costumbre social que la Nochebuena y Navidad se festeje en familia.
De una manera u otra esta tradición es respetaba en la mayor parte del mundo.
Estando en Santa Fe en tiempos de la Universidad no pude regresar para las fiestas porque tenía mesa examinadora el 27 de diciembre.
Trabajaba de portero en la escuela de “los burritos”, así la denominaban porque en el patio de la misma había nacido un “potrillito”.
Nildo Pedro Periale ,un tipo extraordinario, me invitó a pasar la fiesta con su familia.
-¡Vamos a estar solos, así que anótate!.
Los amigos lo llamábamos “Melena”, Rosa era su mujer y por entonces tenían una sola hija, Verónica Andrea que tendría unos 5 años.
Rosa siempre cocinaba en su casa, salvo cuando se hacía un asado; de eso se ocupaba Melena.
-¡Vamos a hacer un asado, la Negra un bizcochuelo para brindar con la sidra, y le damos a una picada mientras tanto!.
¿Qué querés que traiga? – le pregunto.
-¡No traigas nada cualquier cosa compramos acá en el barrio!.
Me comprometí a llevar un tocadiscos de la escuela y unos discos de cumbia.
Ellos vivían en un departamento interno del Barrio Roma, cuyo pequeño patio lindaba con un depósito de cajones de una funeraria.
Tipo 6 de la tarde ya estaba en el lugar de la reunión, el biscochuelo estaba listo y la señora no sabía qué hacer.
Nos dice:¡-¡me voy a la misa de la siete si está todo organizado!.
Luego de eso Melena me dice:
-¡Vamos al almacén a buscar dos vinos para la picada!.
Le digo:
¿Podíamos llevar tres cervezas?.
-¡Hay!- me dice Melena, bueno, si sobra, sobra!.
En tono de confianza le digo al comerciante: ¡agréguele 3 cervezas Schneirder y después le traemos los envases!.
Me contesto: –al señor le presto los envases a usted no lo conozco.
A las 21,30 regresó Rosa con la Vero, y nosotros estábamos bailando cumbia sobre la mesa de madera maciza de la casa.
La picada, la cerveza mezclada con el vino ya estaba haciendo efecto.
Para poner un poco de cordura la señora utiliza una expresión comprensiva:
-¡Negro que van a decir los vecinos!
-¡No te preocupes, mañana o pasado saco el Prode y le prendo fuego al departamento y a todos los cajones de la funeraria!.
El asado estaba listo a la 23,30 , nos sentamos a comer y esperar la navidad en medio de la alegría desbordante por la ingesta alcóholica.
Empezaron los cohetes, las bombas de estruendo y fuegos artificiales anunciando la Navidad, mientras sonaba cumbia a todo volumen, nos subimos nuevamente a la mesa para brindar con sidra, mirando al patio de la funeraria en un saludo simbólico a los cajones que se apreciaban a simple vista.
-¡La pasamos bárbaro decía Melena ante el asentimiento de Rosa y la sonrisa de la niña!–
Eran las tres y media de la mañana y el dueño de casa me dice:
-¡Tenemos que terminar la sidra!.
Nos quedamos solos los dos hablando de la vida en voz alta, mientras La farruca llegaba a su fin.
Nos abrazamos y le dije:
-¡Me voy, va amanecer en cualquier momento!.
Me olvidé el tocadiscos y los discos, enfilé para la Avenida Freire para tomar el colectivo de la línea 10 y regresar a casa.
-¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!.
Ideasdelnorte.com.ar

Siempre es tan lindo leerte!
Que tiempos aquellos !!!
Mi hiciste acordar de navidades con abuelos
Que recuerdos!
Tu relato me unió a esa celebración.
Uds no me vieron, pero después de tantos años pasados, yo estuve ahí.
No me convidaron ni la cerveza ni el vino.
Un recuerdo con humor y algo de ironía. Un relato que nos convoca a nuestras propias navidades, cuando no faltaba nadie y la vida era solo una bella promesa.
Que buen relato. Cayeron algunas lagrimitas en mi rostro. Tal vez por los tiempos añorados. La escuela de los burritos . La cerveza Shneider. (Que aún la sigo tomando). El porron…asi lo llamamos aca. Los turnos de exámenes 23/26/12 y a veces 2/1. Lo hacían a propósito….en fin…Gracias por esos recuerdos de domingos a la mañana…
Un relato costumbrista con un dejo de nostalgia!!
Muybueno👏👏