LOS CARABINIERI DE ROMA.

LOS CARABINIERI DE ROMA.
Martín Basurto, un joven argentino de treinta y cinco (35) años decidió viajar Europa para conocer España e Italia. Primero se fue a Madrid y luego llegó a la ciudad eterna.
En Roma se alojó en un Hotel tres (3) estrellas, aunque en realidad parecía de dos (2). Le costó familiarizarse con el idioma italiano, especialmente con los “tanos” que hablaban con rapidez y gestos ampulosos.
Advirtieron a Martín sobre los riesgos de recorrer la ciudad por la noche en lugares con poca seguridad.
– “¡Lo es mejor observar las bellezas de Roma de día!”.
El medio más práctico para trasladarse era el subte. Con un mapa de las estaciones se lanzó a las aventuras del conocimiento. “El Coliseo Romano” era un destino imperdible. Recomendado por todos, por su belleza y también por su historia.
Un guía le hizo recorrer a Basurto y a otros turistas el emblemático paseo. Sintió en el lugar, que observaba parte de la historia de la humanidad. Fotografías, selfies, una multitud, iban y venían por esos pasillos tantas veces transitados.
Se tomó un tiempo para observar desde un ángulo privilegiado la estructura arquitectónica del Coliseo y la parte derruida como si fuese la historia misma.
¡Emprendió el regreso en tren con destino a la estación “Termini”; en la estación “Barberini” con el pasaje completo, sintió un empujón y tirón en su mochila, advirtió que le quitaron su billetera! Miró a su alrededor y solo encontró rostros inmutables; pidió auxilio a la “polizia” y no halló respuestas.
Con impotencia descendió en la terminal y se dirigió al Hotel. En su billetera traía el documento de identidad, la tarjeta de asistencia al viajero, una tarjeta de crédito, la tarjeta magnética de acceso a la habitación del hotel y doscientos (200) euros. Inmediatamente denunció la pérdida de la tarjeta de crédito para que fuera bloqueada.
Olvidando en cierta medida el imponente paisaje del “Coliseo”. Con bronca enfilo rumbo a la Policía, a denunciar el robo y cubrirse por si el documento de identidad era ubicado en la comisión de otro delito.
En la “Legione Carabinieri Lazio Stazione Roma-Macao” pudo ingresar para formular la denuncia. Tuvo que esperar que una señora sea atendida por un hurto en su domicilio en un barrio con mucha inseguridad.
Fue interrogado sobre los hechos con ayuda de un traductor de “Google”.
El acto legal comenzaba de la siguiente forma:
- “¡Di ricezione denuncia orale sporta da: Basurto, Martín nato in Argentina”il sottoscrito agente di polizia Giudiciaria Car Luca Padovani effettivo al suddetto Reparto da atto cha. (“Recibida la denuncia oral presentada por: Basurto, Martín nacido en Argentina” el suscrito agente de Policía Judicial Luca Padovani, activo en el mencionado Departamento, por la presente actúa lo siguiente…).
Al finalizar le entregaron una copia del documento y la respuesta fue tenemos que investigar, hay muchos robos en el “subte”, a veces son los italianos, en otras ocasiones personas de otras nacionalidades; africanos, inmigrantes ilegales, etc.
Al marcharse con la idea concreta que era muy difícil que sus documentos sean hallados, intentó desligar la parte desagradable de la historia con Roma y obviamente con Italia. Disfrutó el resto de su estadía.
Moraleja: “Personas buenas y malas hay en todos lados…”.
Ramón Claudio Chávez.
www.ideasdelnorte.com.ar
SOS muy buen narrador Cuqui . Te sigo. Que señal rara; a mi me pasó algo parecido en Milán. Te cuento después por teléfono.
En una breve historia el autor dibuja como es el clásico ” me arruinaron el día ” al turista desprevenido que navega libre de suponer maldades, que las hay en todas partes, inclusive en los lugares insospechados.-
Estuve en Italia en julio 2024 y recomendaciones de inseguridad resaltando a inmigrantes, (africanos, asiáticos,etc) no mencionaban mucho a latinoamericanos. Pero hay muy poca policía uniformada en las calles y si anda alguno son agentes rasos o suboficiales de baja jerarquía. Como militar pude observar esa situación. Tampoco hay patrulleros circulando muy diferente a nuestro país. Pero como dice el autor, hay delincuentes en todas partes. No respetan ni el Vaticano!!
Creo que la moraleja , sobre todo para el escritor hombre de mundo, es que en Europa , tambien hay chorreos , estafas, y gente mendigando aunque la tele no lo muestre , VIVA LA PATRIA, Feliz 25 de Mayo🩵
Cómo bien lo describe el autor, este desgraciado incidente, más allá de sus consecuencias posteriores: denunciar, informar y prevenir, es suficiente motivo como para empañar un viaje placer. Sirve para darnos cuenta el grado de vulnerabilidad con que estamos expuestos aun en los encantos del ” Primer mundo”.
Pobres y ladrones hay en todos lados!
Gracias por la historia.
Sin dudas…..pobre Sr Basurto, siempre se puede alterar soberanamente los planes idealizados.Tengo un gran Amigo , que una vez extravio en el tren su Billetera repleta de cosas valiosas.!!!Le aconsejaron ir a la Policia, que Ellos resuelven todo!!!… El fue y le devolvieron todo en la Comisaria de Bielsko Viala Polonia.Absoluta seriedad por esos Lares.No todo es igual en ninguna parte.