POR QUE SE VAN LOS PAYASOS ?.


Los vimos partir tristes, en silencio, sin murmullos y sin esa risa franca que escuchábamos en los circos.
Porque Puchero, Chispita, Chirolita, Bombita, Porotita, Corneta, Sonrisita, Plin Plin y Rabanito partieron mirando el piso u otros mirando lejos, ¿De quién es la culpa?
No sabemos dónde van los pájaros cuando mueren, ¿Pasará lo mismo con los payasos?
Llevan la vestimenta propia de su profesión, van a tomar un tren, ¿Y sus alforjas donde dejaron?
Los payasos vivieron siempre en los circos que recorrían los pueblos, eran los artistas que hacían reír a la gente, nos gastaban bromas, hacían piruetas.
Los circos podían tener animales salvajes, magos, malabaristas, trapecistas, pero si no tenían payasos el circo no era un circo.
Nos inunda la tristeza porque si ellos se van, nos llevan la risa, la alegría, la sonrisa inocente ante el chiste simple, certero y contundente.
Si se van y no vuelven,nos llevan algo de nuestra felicidad.
En su favor tenemos que decir que los circos ya no van de pueblo en pueblo con su carga de emociones, de espectáculo, de destreza y de fantasía.
Que si los circos ya no vienen, tampoco estarán los payasos; algunos con su nariz colorada tirarán pelotitas al aire en una esquina cualquiera por un par de monedas, mientras nosotros miramos para el otro lado.
Los payasos no tienen familia ?, porque se marchan sin sus críos a cuesta? , o van detrás de un mundo irreal que ya no existe.
Esos artistas venían a la pista y se tropezaban con el primer cajón, la gente reía a carcajadas. Se levantaban y venía su colega a provocarlo de nuevo, hacían gestos a la tribuna de complicidad e impunidad.
Vamos a jugar con los niños decían:
-¡A ver necesito cinco voluntarios!-
¡Venían los niños para el juego!
-¡A ver que levante la mano el más chiquitito!-
¡Levantaban todos y el artista levantaba la del más grande!
-¡Nooo, gritaba todo el público!_
-¡Eres el más pequeñito decía el payaso!-
-¡Si, decía el más grande prendiéndose al juego!_
-¡Noooo, decía todo el público y un hombre que parecía ser el dueño del circo!-
-¡Debe haber un error¡- y todos aplaudían con algo tan simple que estaba preparado a medias!-
Los payasos no eran tan tontos y torpes como parecían; en muchos circos eran los mejores trapecistas, que se hacían los distraídos para que la gente se ría y después se largaban del trapecio sin la red que los proteja.
Aparecieron los grandes circos, como el Circo de Montecarlo, el Circo de Moscú, el Cirque du Soleil pero los payasos no desparecieron; en el Cirque Du Soleil en la obra Michael Jackson One había uno que hacía todos los pasos de baile, que ejecutaba el artista principal, incluso permanecer inclinado con el cuerpo hacia adelante sin levantar los pies del suelo.
Si se van los payasos los niños se ponen tristes, y los grandes también porque al final nunca dejamos de ser del todo de niños.
Los circos ya no son los de antes, nosotros tampoco, pero no perdamos esos momentos inolvidables de frescura que nos brindaban esos artistas de nariz redonda y colorada, de ropa holgada y tiradores, con maquillaje y zapatos grandes.
Si es cierto que se van Puchero, Chispita, Chirolita, Sonrisita, Bombita, Plin Plin, Porotita, Corneta y Rabanito; porque ya no pueden hacer reír a la gente; contémoslo la verdad de que nos hacen falta para darnos algo de Felicidad y en homenaje a la “risa” que por ahí escasea bastante.
Ramón Claudio Chávez.
Siempre es un placer leerte, porque tienes el don de remontarnos a un espacio de reflexión. Será que nos tomamos demasiado en serio la vida que ya no hay lugar para Chirolita?
Me gusta la frescura y simpleza de las palabras, la sonrrisa no se llevaron ellos sino otros y nosotros mismos fuimos borrando de a poco.Pelusa.
Cuánta razón en tu historia Claudio! Los payasos siempre serán el alma del circo; personajes que saben; aunque más no sea durante una hora, hacernos olvidar las penas.
Me dan tristeza los payasos. Siempre me pareció que detras de la sonrisa dibujada escondian mucha pena; que hacen reir porque asi se secan las lagrims ue uardan bajo el maquillaje. Soy romantica…
El relato me encantó! Tiene ternura y nostalgia.
Ayer en una función
un payaso me hizo reír
yo era felíz, él no era feliz
los payasos no saben reír…
Toda la gente aplaudió
y nadie cuenta se dio
ellos no saben que un payaso no ríe,
ellos no saben reír.
Hoy leí las noticias de hoy,
un anciano sin vida quedó,
era el mismo payaso
que ayer me hizo reír,
los payasos no saben reír…
Esta canción de Los Gatos Salvajes, lo dice todo.
Gracias Doc, por recordar a esos seres en extinción.
Me recordó uno de mis poemas favoritos “Reír llorando” de Júan de Dios Pesa, todos acudimos en determinado momento al humorista, a los comediantes, a los payasos, pero nadie sabe que hay debajo de la sonrisa pintada.
¡Muy buen artículo!
Excelente… me lo recomendó mi amigo Juan Lorenzo Cabral para leerlo… y la verdad que me encantó. Faltamos más Payasos en la Vida… más aún en estos días. 🤡
Muy lindo Ramón!!! 👏👏👏👏
buen relato Claudio ,es bueno este blog-Tengo una historia del payaso Pacucito del circo teatro de los hermanos Calderòn en el baldìo donde hoy se levanta la Escuela Normal-Pacucito contò una noche de funciòn que se habìa muerto su padre en Resistencia y llenò nuestro inocente corazòn de niños de tristeza mientras estabamos en los tablones del gallinero del circo -Esa noche representaban la obra FLOR DE DURAZNO y Pacucito hacìa el papel de sacerdote –