QUE LO PARETO MENDIETA.

Historieta Crédito Roberto Fontanarrosa.

QUE LO PARETO MENDIETA.

Han proliferado libros de textos de autoayuda, de organización de empresas, sistemas de trabajo o investigaciones de nuevos objetivos económicos.

En uno de ellos, se parte de la mirada de las personas en el trabajo diario cuando debe resolver. En ese conocimiento se plantea que el ser humano aborda previamente las tareas más sencillas dejando para el final las más complejas.

Es lógico que esto ocurra porque tratamos de resolver primero lo que conocemos, lo más sencillo, lo que nos sale más fácil.

En los textos se hace hincapié que para tener éxito se debe abordar primero lo más complejo, lo que nos llevaría a un mejor final ganando incluso tiempo de trabajo.

Nos pasa a menudo en la vida diaria que dejamos las cuestiones más difíciles para última hora, tal vez con el razonamiento lógico que no tenemos la solución inmediata para el conflicto.

Para no tocar de oído fuimos a Wikipedia donde encontramos que un ingeniero estadounidense nacido en Rumania, llamado Joseph Juran, se topó en 1941 con un trabajo que le alertaba sobre estas cuestiones.

Ya en 1906 a principio de siglo, el sociólogo y economista italiano Vilfredo Pareto mientras enseñaba en la Universidad de Lausana, escribió el principio conocido como la regla 80/20: “ley de los pocos vitales y principios de escasez de factores”. El 80 % de las consecuencias provienen del 20 % de las causas.

No podemos precisar que la vida cotidiana se resuelva con una ecuación matemática, pese a que abundan ejemplos de cálculos como, por ejemplo: “en una recaudación de fondos el 20% de los donantes contribuyen al 80 % del total”. “En una gestión empresarial el 80 % de las ventas provienen del 20 % de los clientes”.

Algunos especialistas afirman que el “Principio de Pareto”, es aplicable a las Ciencias Económicas, Informática, Salud y Seguridad Social, Ingeniería y control de calidad.

Esta organización del trabajo no sería infalible en el desarrollo de la vida diaria, la psiquis humana transita por caminos que le escapan a cualquier “fórmula matemática” que se le pretenda imponer.

Nuestra vecina del barrio no inicia su tarea diaria pensando en el 20/ 80, aunque no abandone el mate de la mañana, inconscientemente se puede sospechar que las razones de su bienestar puedan partir de una programación y organización de sus quehaceres.

El empleado de la construcción que concurre a la obra sabe que debe sostener su esfuerzo laboral durante un lapso de tiempo preestablecido. Quizás el “capataz” considere realizar una división del trabajo desde un esquema que parta de la aplicación del principio.

Los que defienden la utilidad del principio de Pareto recalcan que en la vida diaria el 80 por ciento del trabajo diario se obtiene con el 20 por ciento del tiempo ocupado.
Es una regla bastante comprobable que cuando vamos de vacaciones utilizamos el 20 por ciento de la ropa que llevamos en la valija y el 80 por ciento regresa sin ser utilizado. Como que solo el 20 por ciento de la ropa que guardamos en el ropero lo utilizamos regularmente, el 80 por ciento restante casi no se usa.

Si observamos el teléfono celular comprobamos que normalmente usamos el 20 por ciento de las “apps” instaladas, al 80 por ciento restante solo las miramos. El 80 por ciento de las críticas que recibimos provienen del 20 por ciento de nuestros conocidos.

El 80 por ciento de nuestros problemas vienen del 20 por ciento de las causas. Si escuchamos música en la radio nos atrapa el 20 por ciento y el resto no nos transmite nada.

Podría no ser un 80 por 20, ser un 70 por 30, aunque como lo dijimos antes la vida no es una ecuación matemática, lo de Pareto es simplemente una regla práctica que ha demostrado su eficiencia en muchos casos, pero no corresponde, ni debería ser considerada una ley inmutable de la naturaleza.
La célebre frase de Inodoro Pereyra es: ¡“Que lo parió Mendieta”! y no ¡“Que lo Pareto Mendieta”!

Ramón Claudio Chávez.

www.ideasdelnorte.com.ar

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5 respuestas

  1. Efectivamente en mi vida cotidiana tiendo a postergar algunas tareas que considero ingratas o difíciles, nunca cuantifique si se ajustan a estos guarismos ( 80/20), pero algo de eso hay. Probablemente si pretendiera medir mi eficiencia aplicando el principio de Pareto a mi rutina me llevaría una sorpresa.

  2. No por muy erudito y sabiondo se sabe de todo.Hoy recien me entero en mi vida de esta regla del Italiano Pareto.Muy practico y eficaz en su contexto.Yo muy mundano, digo respetando estas LITERARIAS PAGINAS que: ¡¡ solo me acuerdo de un 20 % de mis mujeres!!!.

  3. Creo que soy uno de los que rompen las reglas, por una cuestión de practicidad en mi trabajo siempre empiezo por lo más difícil y es que si no puedo resolver ese primer inconveniente todo lo que hice antes (si hubiera empezado por lo más fácil) lo hice de balde y perdí tiempo. Eso lo aprendí a la fuerza. Primero sacar el tornillo más complicado después el resto.

  4. Muy buen relato, pedagógico. Y en verdad hoy, domingo nublado y algo triste, tuve que leerlo dos veces, la primera tuve un 20/80 de atención. La segunda mejore y lo entendí. En la vida cotidiana, no hay ecuación matemática que aguante, aunque a veces se pueden acomodar a un 20/80. Muy buena la relación con nuestro Mendieta, de Fontanarrosa. ..aprovecho para desearte Feliz día del escritor latinoamericano! Un abrazo!

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